Trasmoz recupera su tienda 35 años después del cierre de la última con la que contó el pueblo
Se ha ubicado en el mismo local municipal del bar restaurante y está regentada por una familia de Zaragoza que ha decidido emprender una nueva vida en este pueblo de 60 habitantes habituales
El alcalde Jesús Andía y el gerente de la tienda Santiago Mur, el día de la inauguración del establecimiento / Ayuntamiento de Trasmoz
Bajo un sol que lo impregna todo y con un calor impropio de estas fechas del año, el acto de inauguración de la nueva tienda en Trasmoz devolvió el pasado miércoles al pueblo a un día grande de las fiestas. No era para menos, toda una generación de trasmoceros ha crecido sin tienda desde que hace 35 años echó el cierre la última que resistió a la sangría poblacional del pueblo. Y eso se notaba notaba en el ánimo de los vecinos, "la verdad es que después de 35 años, poder retomar este servicio en el pueblo se ha tomado con gran alegría, asegura Jesús Andía alcalde del pueblo.
El pequeño establecimiento, ubicado en el mismo local que el bar restaurante y el centro social de Trasmoz, cuenta con los alimentos más básicos, productos de limpieza y algún que otro utensilio de uso diario. Nada de lujos o caprichos, pero prestando al pueblo un servicio impagable. Porque en realidad el negocio rentable como tal no lo es. Poner en marcha este servicio en un pueblo de 60 habitantes habituales ha sido posible gracias a la aportación del Ayuntamiento, que cede el local y los gastos, y la Diputación Provincial de Zaragoza, que ha aportado 30.000 euros para su acondicionamiento.
Vecinos de Tramoz durante el acto de inauguración de la tienda del pueblo / Ayuntamiento de Trasmoz
Tienda, bar-restaurante y nuevos pobladores
Pero, sobre todo, gracias a la iniciativa de la familia de Santiago Mur, procedentes de Zaragoza, que han decidido abrir la tienda y una nueva etapa de su vida en Trasmoz. "En la tienda tenemos los productos más básicos y también trabajamos con los productos de la zona: queso, miel y aceite", una muestra de lo que se produce en la modesta pero pujante industria agroalimentaria del pueblo.
La población habitual entre semana es de 60 habitantes que se multiplican por diez los fines de semana gracias a la llegada de turistas y segundos residentes, "hay que pensar en ellos, tenemos casas rurales y un parquin de caravanas que está muy bien hecho". Y contar con servicios es algo que prolonga la estancia de los turistas. En el mismo local, junto a la tienda, se ubica el bar restaurante del pueblo con vistas panorámicas al paisaje del Moncayo que también regenta Santiago, "los que vienen si ven que tienen un lugar en el que comer, estar un rato y comprar se quedan más noches".
Pero además de un atractivo más para los turistas, es punto de reunión para los vecinos, que están encantados de poder contar con ambos servicios, "los veo muy ilusionados, el calor que hemos sentido es impresionante. El pueblo está muy unido y nos ha correspondido desde el primer día".
El turismo 'maldito' de Trasmoz
Trasmoz es uno de los pueblos más turísticos del Moncayo no solo por su ubicación privilegiada a las faldas del monte, si no por la cantidad de historias y leyendas que rodean a esta pueblo que es el único excomulgado y maldito de España.
