'Postales Sonoras' mira a las elecciones municipales obligatorias de 1960 durante el Franquismo
Estas elecciones fueron convocados para cubrir vacantes del tercio de representantes de la institución familias en los ayuntamientos
'Postales Sonoras' regresa a las elecciones franquistas de 1960 para decidir a sus cargos municipales - (10/05/2023)
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Zaragoza
La sección ‘Postales Sonoras’ del programa ‘Hoy por Hoy Zaragoza’ regresa al año 1960 a unas elecciones municipales realizadas durante la dictadura franquista. El historiador José María Ballestín está detrás, junto a Antonio Tausiet, del Gran Archivo Zaragoza Antigua (GAZA), encargados de mostrar imágenes curiosas de la capital aragonesa. La fotografía es propiedad de Gerardo Sancho Ramo de AMZ.
Las elecciones municipales franquistas del domingo 27 de noviembre de 1960 fueron convocadas para cubrir las vacantes del tercio de representantes de la institución familiar en los ayuntamientos. A la semana siguiente, le tocaría al tercio de representación sindical, y a la siguiente al tercio de las entidades económicas, culturales y profesionales.
Para poder participar en las del tercio familiar, los españoles varones y mujeres debían figurar como cabezas de familia en el censo electoral que, en esas condiciones, apenas llegaba a los ocho millones (en Zaragoza, 150.000). Elegibles eran los vecinos proclamados antes candidatos, hombres de forma unánime,
Para el tercio de representación sindical podían postularse los compromisarios elegidos previamente, a razón de diez por cada vacante de concejal, por las Juntas Sindicales, y eran elegibles los candidatos proclamados. En cuanto al tercio de representación de entidades económicas, culturales y profesionales, eran electores los concejales no renovables, y los proclamados por los tercios de representación familiar y sindical.
En la imagen, publicidad electoral municipal homologada en los muros del Banco de España, en la plaza del mismo nombre, en aquellos tiempos en que los políticos no eran todos iguales: al menos había uno que se llamaba Manuel, y otro, José María. "Por una Zaragoza mejor, votad libremente a los que creáis mejores".
