Teruel despide a Diego e Isabel
La vigésimo octava edición de las Bodas de Isabel de Segura llega a su fin


TERUEL
Un año más, Teruel recibe miles de visitantes que acuden para revivir la historia de los Amantes de Teruel. Esta misma mañana, la comitiva fúnebre de Diego de Marcilla recorría las calles del centro histórico para velar por el joven. La plaza de la Catedral ha sido la encargada de coger a turolenses y visitantes donde se ha desarrollado la última escena teatral. Hasta allí han llegado la familia y amigos de Diego. También Isabel de Segura que lamentaba no haberle concedido en vida el único beso que él pedía. Por ello, ha decidido dárselo a pesar de estar presente su marido, Pedro de Azagra. La joven ha muerto de amor instantes después de dar el beso a Diego poniendo punto y final a una historia de amor imposible pero real.
Ahora la comitiva fúnebre ha acompañado los cuerpos de los Amantes de Teruel hasta la Plaza del Seminario donde como cada año, se produce la Oda al Amor. Se trata de una canción que hace relucir sentimientos, sobre todo para el público turolense que esperaba impaciente este momento. En la misma plaza, aun quedaba hacer la invitación al beso, donde todas las personas conceden un beso a alguien querido que se encuentra allí presente. Justo después ha concluido una edición más de las Bodas de Isabel de Segura.
La gerente de la Fundación Bodas de Isabel, Lorena Muñoz, ha valorado muy positivamente esta edición y declaraba que " a pesar de la cantidad de visitantes que han acudido hasta Teruel, hemos conseguido desmasificar el centro adaptando y abriendo nuevos espacios donde realizar los actos y actividades". Por otra parte admitía "este año ha mejorado mucho la calidad. Nos hemos centrado en mejorar la parte técnica reproduciendo en streaming todas las obras y ha sido un éxito".
Por su parte la alcaldesa, Emma Buj, remarcaba las palabras de Lorena Muñoz y admitía que "cada año incluimos más espacios en la fiesta como por ejemplo la escalinata y la ciudad se ve más despejada".
La Bodas de Isabel de Segura han llegado a su fin, pero hoy continúa la actividad en el mercado medieval.




