Zaragoza

La existencia del Casademont femenino como club es muy corta, pero intensa. En ese breve periodo de vida ya sabe lo que es saborear las mieles del triunfo. La Copa de la Reina de la temporada pasada estrenó las vitrinas del club y tuvo el premio extra de clasificarse para la Euroliga, la máxima competición internacional en la que se encuentran los mejores equipos del viejo continente.

Cantero y sus jugadoras han sido los grandes protagonistas del estreno del Casademont en la Euroliga. Realizaron una fase regular impensable cuando la competición comenzó a rodar, se metieron en los cruces previos a la Final Four, que reunirá a los cuatro mejores del 12 al 14 de abril. Será difícil, muy complicado, pero la esperanza es que este grupo de jugadoras no dejan de superar retos que parecen imposibles. Este miércoles disputan el segundo partido de los 1/4 de final ante el Cukurova Mersin turco con la obligación de ganar para forzar el tercer y definitivo encuentro, que se jugaría la semana que viene en Turquía.

Cantero, optimista

El primer asalto acabó con la victoria de las otomanas (79-62) en un partido en el que el Casademont trató de tú a tú a un rival superior. Al final, se impuso el mayor potencial físico y de calidad de jugadoras con currículum en la NBA. Las aragonesas aguantaron hasta el descanso, pero un mal inicio del tercer cuarto acabó con sus opciones. Seguro que el segundo partido, al calor de la Marea Roja, será una historia diferente. Aunque los abonados pasan por taquilla, las gradas del Príncipe Felipe presentarán un ambiente conforme manda la ocasión.

Es un todo o nada para el Casademont Zaragoza. Si gana llevará la eliminatoria a un tercer y definitivo partido en la cancha del Mersin, y si pierde cerrará su participación en la Euroliga. Un dato para la esperanza es la firmeza de las rojillas como locales en Europa. La única derrota en casa fue ante el Fenerbache, actual campeón, por tan solo tres puntos.