Sopar amb blues, cocina de raíz y música universal, con la inspiración de la Huesca Big Band y Antonio Arazo

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Huesca

“Sopar amb Blues” es el nombre del nuevo ciclo gastronómico musical que surgen del maridaje entre el Casino Oscense (Lillas Pastia-Flor), la Huesca Big Band, y el cocinero Antonio Arazo Puértolas que una vez al mes protagonizarán una virtuosa interpretación de instrumentos, ora musicales, ora culinarios.

Un ciclo de contrastes porque en los fogones comparecerán los productos de temporada y de cercanía de Aragón como ingredientes para la creación de Antonio Arazo y el equipo de cocina del Lillas Pastia-Flor. A esa proximidad se contrapone la universalidad de la música en manos y voces de la formación de Gerardo López Pontaque.

El día 15 de marzo tendrá lugar la primera sesión de este ciclo, una cena cuya minuta exponemos junto a este comunicado de prensa, en la que al son de la Huesca Big Band danzarán los calçots de Loscorrales, las almendras de Loarre, la trucha de El Grado que llegará nadando para asociarse con los garbanzos de Lierta y las alcaparras de Ballobar, el latón de La Fueva de Casa Melsa de Graus y, como colofón dulce, el Pastel de Loreto, la Trenza, el Ruso, bombones de licor y chocolate, y pastas de té. Acompañará el vino La Miranda de Secastilla porque, de hecho, Viñas del Vero será un fijo en estas veladas.

Gerardo López Pontaque, líder de la Huesca Big Band, será el director musical de “Sopar amb blues”, en esta primera edición con la formación que dirige pero en meses venideros pondrá en valor junto a miembros de la Huesca Big Band a intérpretes instrumentales o vocales de la capital y la provincia, incluidos los voluntarios que deseen participar llevando su propio instrumento a la cena. En cada ocasión, habrá un atractivo en forma de novedad.

Las siguientes citas de la “Sopar amb Blues” en el Casino Oscense tendrán lugar el 18 de abril y 16 de mayo.

El nombre procede de un triple mestizaje: “Sopar amb” significa “Cenar con” en aragonés, y Blues obedece a la acepción universal de la música más trascendente en los tiempos y en las influencias del siglo pasado y el presente. Cenar con blues, disfrutar con jazz, dejarse seducir por el embrujo de la improvisación.

Primer plato: Calçots de Loscorrales con romesco y almendras de Loarre

Segundo plato: Trucha del Grado con hummus de garbanzos de Lierta y alcaparras de Ballobar

Tercer plato: Salmorrejo de latón de La Fueva de Casa Melsa

Lamines: Pastel Loreto

Trenza

Ruso

Bombón de licor

Bombón de chocolate

Pasta de té

Café o infusión, agua, vino Miranda de Secastilla, una botella dos personas

SOBRE LA HUESCA BIG BAND

La Huesca Big Band se creó en enero de 2013 bajo la dirección de Gerardo López Pontaque (prestigioso músico integrante de diferentes Big-Bands y virtuoso de la trompeta), con más de veinte integrantes (saxos, trombones, trompetas y sección rítmica con piano, guitarra, bajo, batería y percusión).

Los músicos, de Huesca capital y proximidades, nos transporta a los años 320 y 40 de los Estados Unidos, con los sones de Duke Ellington, Count Basie o Frank Sinatra. Acompañan bailarines de swing.

Con ellos han colaborado artistas del nivel de Matthew Simon, Susana Sheiman, Víctor de Diego, Xavi Figuerola, Bob Sands, Fernando Lleida, Kike Lera o Chavi Naval.

Han editado los discos The Swords y X Años.

SOBRE LA TABERNA DE LILLAS PASTIA-FLOR

La Taberna de Lillas Pastia es la gran obra restauradora de Carmelo Bosque y su equipo. A punto de cumplir sus treinta años (nació el 9 de agosto de 1995), tomó su nombre de la ópera Carmen. En su raíz, la música y el arte en el magnífico edificio modernista del Casino de Huesca.

Se ha convertido en gran referente de la gastronomía oscense con su Estrella Michelín y su Sol Repsol, siguiendo la estela del Navas en el que Carmelo se formó. Recientemente, ha recibido el premio al Mejor Chef de España de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla.

SOBRE ANTONIO ARAZO

Antonio Arazo Puértolas es un mito viviente de la coquinaria oscense. Leyenda con su Restaurante Apolo, sus jornadas monográficas que recorrieron los más prestigiosos refectorios de España y su reconocida especialización en distintas materias (setas, matacía, trufa, caza, cocina de Semana Santa…) acrecentaron su proyección en activo. Fue reconocido como el Mejor Restaurante de Aragón por la Academia Aragonesa de Gastronomía. A título particular, también ha recogido importantes galardones en diferentes puntos de España.