Reconstruir la Torre Nueva: ¿si o no?

La Fundación Ingenio Azul proyecta la construcción de la única torre civil de Zaragoza que albergaba el reloj de la ciudad y era el altavoz para los avisos urgentes. Se estima que costaría ocho millones de euros, tendría la misma inclinación de entonces y sería una gran atractivo turístico para la ciudad. Este es el proyecto estrella de la Fundación representada por el conocido empresario zaragozano Emilio Parra, que ha confesado en varias ocasiones su amor por Zaragoza. La nueva Torre tendría una estructura metálica, rodeada de hormigón y con piel de ladrillo. La Fundación justifica la construcción de la Torre en medio de varios edificios BIC recordando que sus cimientos se construyeron hace diez siglos, luego la Torre estuvo antes de lo demás y esos edificios buscaron situarse cerca de la Torre en su día.

La clonación de edificios históricos no tiene sentido para algunos expertos

Ascensión Hernández, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, publicó en 2007 el libro "La clonación arquitectónica" de edificios históricos y asegura que, para empezar, la ley aragonesa sobre patrimonio cultural del 1999 prohíbe las reconstrucciones. Por otra parte, la construcción de clones solo tiene sentido cuando la desaparición de esos edificios son recientes y en situaciones trágicas, como los bombardeos de Berlín, en el caso de Alemania. Añade Hernández que "la clonación no puede imitar el sentido ni el contexto en el que se construyó ese edificio"; por eso, las leyes que se han aprobado defienden ese criterio". Por último, para esta profesora de la universidad, el patrimonio debe admirarse como un elemento pasado que ha sobrevivido al tiempo, que ha llegado hasta nosotros. Constuirlo ahora lo despoja de autenticidad.