La joven que amenazó a un Guardia Civil con una botella en la yugular podría ser acusada de intento de asesinato
Los hechos ocurrieron en el año 2022 en Ayerbe. Su novio, entonces menor de edad, ya fue juzgado y condenado por lesiones graves
Jorge Piedrafita abogado de IGC
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Huesca
La declaración de un Guardia Civil permitirá solicitar juicio oral y penas por tentativa de asesinato a un compañero por los hechos ocurridos en una fiesta en carnaval en el año 2022 en Ayerbe.
Según el testimonio del agente, la acusada E.A.M. puso por la espalda un cuello de botella en la yugular de otro agente de la Guardia Civil que estaba interviniendo para detener la alteración del orden público en la carpa de la fiesta, acción que podría haberle causado la muerte de no haber sido reducida a tiempo.
El testimonio de este agente ha resultado crucial para corroborar la versión de la víctima benemérita en esta agresión grave en la que pudo haber perdido la vida. El agente declaró haber presenciado cómo la acusada puso a traición un cuello de botella en la yugular del agente, poniendo en grave riesgo su vida. La rápida intervención de una agente fuera de servicio fue fundamental para evitar una tragedia.
La acusada tras ser reducida lejos de deponer su actitud, acometió violentamente contra el agente declarante obligándole a repeler la agresión para salvaguardar la integridad de los agentes.
Jorge Piedrafita abogado de IGC (Independientes de la Guardia Civil) que representa al agente agredido, señala la importancia de esta prueba que junto a testimonios anteriores a falta de practicar algunas diligencias, permitirá solicitar la apertura de juicio oral solicitando las máximas penas por tentativa de asesinato, atentado y lesiones graves.
Por estos mismos hechos, ya fue juzgado el novio de la acusada, quien era menor de edad en el momento del incidente. El joven resultó condenado por atentado y lesiones graves hacia los agentes de la Guardia Civil.
El caso junto a varios producidos durante la desescalada del confinamiento generó un interés mediático debido a la gravedad de los hechos y el peligro al que fueron sometidos los agentes de la Guardia Civil, que intervinieron para vela por la seguridad pública.
Desde IGC se sigue insistiendo que hechos como este, demuestran objetivamente la urgente necesidad de considerar a los guardias civiles como profesión de riesgo.
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