Sociedad

Lo mejor de la pastelería llega a la Feria del Dulce para potenciar el turismo de Huesca

Expositores, degustaciones y talleres conforman un programa que pondrá en valor lo dulce. Se entregará el I Premio Vicente Ascaso

Lorena Orduna, Manuel Blasco y Jesús Tolosana, en la presentación de la Feria del Dulce de Huesca

Huesca

La alcaldesa de Huesca y el gremio de Pasteleros, junto al consejero de Turismo y Medio Ambiente han presentado en Zaragoza la I Feria del Dulce de Huesca, que se celebrará del 25 al 27 de octubre, con el objetivo de ensalzar la gastronomía, pero también la pastelería de la ciudad, promoviendo la llegada de más turismo a la ciudad. En su transcurso se entregará el I Premio Vicente Ascaso, que recaerá en la Pastelería Escribà de Barcelona.

Lo decía la alcaldesa, Lorena Orduna, indicando que se presentaba en Zaragoza por un doble motivo: por el valor extraordinario de la gastronomía oscense, y en ella de la pastelería, reconocida y apreciada, y por otro lado, porque creen que puede resultar de gran interés para oscenses, altoaragoneses y aragoneses que quieran disfrutar de nuestra pastelería.

La Feria se celebrará en la plaza de López Allué, y tendrá 13 estands con expositores, artesanos y empresas del sector del dulce, pero también talleres a cargo de grandes profesionales, y una zona de degustación.

El consejero de Turismo, Manuel Blasco, recordaba que esta feria llega para potenciar el turismo de Huesca, un sector que crea economía, puestos de trabajo y fija población. En el caso de la capital oscense llega unido a la gastronomía.

El presidente del gremio de Pasteleros, Jesús Tolosana, agradecía la apuesta institucional por la pastelería, y recordaba que Huesca tiene siete pastelerías asociadas, que cuentan con más de 100 años de antigüedad, además de una amplia relación de especialidades propias y originales.

En esta Feria, Christian Escribà, cuarta generación de la Pastelería Escribà de Barcelona, fundada en 1906, recibirá el primer premio Vicente Ascaso, de quien Tolosana asegura que, sin su figura, la pastelería no sería la misma, con todo lo que les enseñó: el camino a seguir, el respecto a las tradiciones unidas a la vanguardia, la calidad, la importancia de las presentaciones, la apertura de nuevos mercados y, sobre todo, compartir conocimientos con sus colegas.

Recordaba además que el Comidista dijo de Huesca que “es una primera potencia de la repostería”.