El Punto Crítico, de María Villarroya Gaudó: "Tristeza y lágrimas"

Zaragoza

Tristeza y lágrimas nos invaden desde que conocimos ayer la noticia del atropello mortal del tranvía de una niña en la Romareda. Desde que me enteré, yo tengo un nudo en el estómago. La víctima estaba cursando primero de la ESO y salía de clase, del mismo instituto que mis hijas, igual que lo hacían ellas.

Aún no sabemos cómo sucedió todo, pero ha sido un grave accidente, de esos que ocurren inesperadamente, porque así son los accidentes y no encontraremos razón. Si la muerte siempre es triste, cuando aún no toca todavía más. Quiero enviar desde aquí mi más sentido pésame a su familia, a sus amigas, compañeras y compañeros y a toda la comunidad educativa, en un momento tan triste, abrazos reconfortantes y mucho ánimo a todos y cada una.