Más de 20.000 aragoneses en un `limbo sanitario´ tras la renuncia de DKV y ADESLAS
CSIF denuncia que algunas compañías no atienden, "ni pagando" a los funcionarios jubilados y que son miles de personas la que tienen tratamientos y procesos pendientes. La atención finaliza el 1 de febrero
Protestas en la calle por la atención sanitaria de los mutualistas / CSIF
Zaragoza
Más de 20.000 mutualistas se quedan en Aragón en la más absoluta inquietud tras abandonar ADESLAS y DKV la opción de concurrir a la nueva oferta del gobierno. Tratamientos a medias, falta de un historial y una larga lista de situaciones impactan en estos funcionarios que el 1 de febrero dejan de contar con la asistencia que hasta ahora les prestaba su compañía de toda la vida.
Un día más de sobresalto entre estos pacientes, que no saben cómo acceder a una asistencia sanitaria que se resquebraja. Tratamientos oncológicos, partos, revisiones, controles médicos, todo queda en el aire porque solo ASISA y la Seguridad Social se mantienen como opción para los mutualistas.
Los jubilados, los más indefensos
El sindicato CSIF denuncia dramáticas situaciones como por ejemplo la de muchos jubilados que arrastran muchas enfermedades y patologías. Según Mónica de Cristóbal, "hay que atender a estas personas que a lo largo de 40 años han estado pagando, han ayudado al gobierno a gestionar y subvencionar parte de esta asistencia sanitaria." y añade además que, a todos ellos, no los quieren atender, "ni pagando".
Pendientes de operaciones, tratamientos y partos
Si nos fijamos en el resto de los funcionarios en general, la situación no mejora porque, " de los 13.000 funcionarios que están en ADESLAS, muchos ellos están en mitad de sus tratamientos. A la espera de una operación, de un parto. Y no da tiempo a cambiar de compañía".
CSIF insiste en las dificultades que supondría que los asegurados de las 3 compañías pasaran a la Seguridad Social, porque no hay medios ni tampoco infraestructuras.
