Los demandantes del cambio de calles de alcaldes franquistas en Huesca admiten que "causará trastorno" pero "se persigue el bien común"
Este viernes concluía el plazo para presentar propuestas ciudadanas para las nuevas designaciones de las calles Mateo Estaún Llanas, José María Lacasa Coarasa y Mariano Ponz Piedrafita

Juan Mainer, uno de los demandantes
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Huesca
Este viernes concluye el proceso de participación ciudadana para designar nuevos nombres para las calles de exalcaldes franquistas que, por sentencia judicial, se tienen que suprimir del callejero de la capital oscense. Se trata de las calles Mateo Estaún Llanas, José María Lacasa Coarasa y Mariano Ponz Piedrafita.
El Ayuntamiento de Huesca, tanto en este mandato como en el anterior, agotó todos los recursos posibles para evitar hacerlo, en especial, adujeron sus representantes, por el "trastorno" que supone "para los vecinos que residen en dichas calles". Uno de los representantes de los demandantes, Juan Mainer, admite que "sí causará trastorno" pero que se persigue "un bien común".
Considera que la opción adoptada por el consistorio para elegir nuevos nombres (un proceso de participación a través de la web municipal) no ha sido la más oportuna. Desde su punto de vista, además, "la limitación de no poder proponer nombres propios sino únicamente genéricos no es justa", según opina. En cualquier caso, es un requisito que puso el Ayuntamiento de Huesca "por respeto a los familiares" de quienes inspiran las designación de estas calles, algo que los demandantes tampoco comparten.
Este no es un proceso aislado. Hay otra sentencia pendiente que se refiere a cambiar la denominación de las calles Emilio Miravé, José Gil Cávez, Pedro Sopena y Vicente Campo. Los demandantes creen que los tribunales fallarán en el mismo sentido porque se "ha sentado jurisprudencia".
Tema del que, por tanto, se seguirá hablando y en el que continuará habiendo opiniones confrontadas, aunque la última palabra será de los tribunales, amparándose en la Ley de Memoria Democrática.