Críticas a la red de refugios climáticos de Zaragoza: "no vale con poner una pegatina en la puerta de los espacios municipales"

Zaragoza

Zaragoza ha activado su red de refugios climáticos unas semanas antes de lo habitual. La responsable municipal de Medio Ambiente, Tatiana Gaudés, ha explicado estos días que esta red incluye 55 espacios como centros de mayores y cívicos, abiertos en horario de mañana y tarde, y se complementa con pulverizadores y zonas de juegos con agua como el “remoja chicos” del Parque de la Tolerancia.

Sin embargo, desde la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón han considerado que estas medidas son insuficientes. Su portavoz, Olga Conde, ha denunciado que los refugios señalizados no están adaptados para las personas más vulnerables, ya que no se han ampliado ni horarios ni personal, y muchos centros permanecen cerrados los fines de semana de julio y agosto. Además, ha criticado la falta de campañas informativas en los barrios y ha reclamado una estrategia más amplia y continuada en el tiempo, similar a la que realiza Barcelona con su "Plan Sombra", donde cada persona tiene un refugio climático a menos de diez minutos de su domicilio.

Cada zona del territorio tiene un umbral de temperatura sobre el que se considera que el calor es un factor de riesgo para la salud. En Zaragoza este umbral se alcanza a los 37º, temperaturas que están previstas, por cierto, para el martes y miércoles próximos según la AEMET.

Otro de los aspectos que ha generado preocupación ha sido la falta de arbolado y zonas de sombra en muchos espacios públicos. Desde la Alianza han recordado que una simple diferencia entre una zona arbolada y otra expuesta al sol puede suponer hasta 20 grados de variación térmica. Han subrayado la necesidad de ampliar el número de árboles y de implementar elementos de sombreado artificial, como los toldos urbanos. En especial, han alertado sobre el peligro de los suelos de los parques infantiles, que pueden alcanzar los 70 grados al sol. Lo mismo ocurre en los patios escolares. El Ayuntamiento ha intervenido este año en cinco centros renaturalizando los espacios con más vegetación e incluso con la instalación de tejados.

Finalmente, desde la Alianza se ha pedido al Ayuntamiento que aproveche la “operación asfalto” para introducir pavimentos más claros y reflectantes. Estos materiales ayudan a reducir la acumulación de calor y evitan el efecto de isla térmica, una medida que ya se ha aplicado en otras ciudades europeas. Conde ha reclamado que Zaragoza pase de las intenciones a los hechos y se convierta en una ciudad ejemplar en materia de adaptación climática.