Hoy por Hoy Zaragoza
Ocio y cultura

Érase una vez... un dance en La Cañada de Verich

El municipio del Bajo Aragón presenta el próximo domingo la publicación de un libro sobre el hallazgo de un dance que se escribió en 1855 y del que nadie tenía conocimiento.

Entrevista a Paco Vallés

Zaragoza

La Cañada de Verich ha recuperado una parte olvidada de su historia con la publicación del dance de 1855, un documento que ha permanecido oculto durante más de siglo y medio. El periodista Paco Vallés, natural del pueblo, descubrió el texto mientras investigaba la genealogía de su familia. Entre testamentos y escrituras, encontró hace dos veranos una carpeta con el dance escrito por su tatarabuelo, Juan José Vallés Bayón, con todo detalle: personajes, estructura, motivo de la celebración e incluso cómo fue la festividad. La danza fue creada como agradecimiento a la Virgen del Pilar por haber librado al pueblo de una epidemia de cólera que asoló otras zonas del Bajo Aragón ese año.

El hallazgo ha supuesto una auténtica revelación para los vecinos, ya que ni los mayores del lugar recordaban la existencia de esta tradición. Gracias a la colaboración con la Asociación Cultural Albada, se ha trabajado en la publicación del documento, que se presenta este domingo, a las 7 de la tarde, en la iglesia del pueblo. El libro incluye estudios y textos de especialistas como el catedrático Eliseo Serrano, el historiador local Javier Bel y profesores de la Escuela Municipal de Folclore de Zaragoza, como Jesús Rubio y Mario Gros. También se recogen otras composiciones literarias del tatarabuelo, un hecho muy llamativo teniendo en cuenta el alto grado de analfabetismo de la época.

Interior del libro sobre el dance de La Cañada de Verich / Paco Vallés

La recuperación de este dance ha sido celebrada también por expertos en folclore aragonés, que han subrayado su valor cultural y su rareza, especialmente al tratarse de una localidad turolense. Jesús Rubio ha destacado que este tipo de tradiciones se convierten en señas de identidad de los pueblos y fomentan la participación intergeneracional. El siguiente reto es lograr que el dance vuelva a bailarse, para lo cual será clave la implicación de los vecinos y veraneantes. No sería la primera vez que una iniciativa así se reactiva gracias al impulso colectivo.

Este redescubrimiento ha generado además un efecto contagio en la comarca, y en los últimos días otros dos pueblos de Teruel, Lidón y Visiedo, han mostrado interés por recuperar sus dances tradicionales. La labor de recopilación y difusión del patrimonio inmaterial sigue activa, y casos como el de La Cañada de Verich demuestran que todavía quedan tesoros escondidos en archivos familiares, esperando ser recuperados.