¡Uncastillo es el mejor!

Zaragoza

El humorista gráfico José Antonio Bernal ha cerrado la temporada de este verano de la sección Mi pueblo es el mejor, de Hoy por hoy Zaragoza descubriéndonos Uncastillo, una localidad zaragozana de las Cinco Villas cargada de historia. Conocido por su participación en medios como El Jueves, la revista Panenka y el programa Oregón TV, Bernal ha consolidado una carrera donde la sátira y la ironía se han convertido en sus mejores herramientas de comunicación. A lo largo de su trayectoria, Bernal ha publicado obras que han dejado huella en el panorama del cómic y la ilustración en España. Ha participado en títulos como Goya al borde de la cordura, Juan sin móvil, MiKa el niño fantasma o SuperCó, publicaciones que han combinado el humor con la crítica social y que le han permitido llegar a un público diverso.

El monigotero, como le gusta retratarse, ha recordado cómo, pese a no haber tenido un pueblo propio de infancia, ha encontrado en Uncastillo un lugar de pertenencia. “He confesado que soy de ciudad, criado en Zaragoza, pero hace más de dos décadas que he subido a este pueblo gracias a mi mujer”, ha relatado. Desde entonces, ha vivido de cerca las tradiciones locales, las fiestas de verano y hasta ha sido pregonero, consolidando así un fuerte vínculo con la localidad.

Bernal ha destacado que sus hijas han disfrutado de una experiencia que él no tuvo de niño: crecer con un pueblo como referente. “Hemos apurado cada verano y mis hijas siempre han vuelto llorando al final de las fiestas porque tocaba regresar al colegio”, ha explicado. Entre los recuerdos familiares ha mencionado las cuestas interminables de Uncastillo, los paseos nocturnos para contemplar las estrellas y la emoción del tradicional toro de fuego pirotécnico, tan tradicional en las fiestas de la villa.

Ese amor por el entorno también ha quedado reflejado en su obra gráfica. El humorista ha confesado que ha introducido en sus viñetas detalles inspirados en Uncastillo: las empinadas calles, el tañido constante de las campanas cada quince minutos o las expresiones locales que tanto le han llamado la atención. Palabras como jauto —para describir a alguien impertinente—, pipete —la peña festiva— o la pintoresca frase “pasa la rodilla por encima del hule” se han convertido en pequeños tesoros lingüísticos que ha rescatado en sus creaciones.

Con humor y cercanía, Bernal ha reivindicado que la riqueza de un pueblo no se mide solo en monumentos o paisajes, sino en la calidez de su gente y en la fuerza de sus tradiciones. “He conocido muchos pueblos, pero me he quedado con este porque su gente ha sido lo mejor”, ha afirmado.

De esta manera, el dibujante ha mostrado que su obra ha bebido de lo cotidiano, de esas vivencias estivales que le han regalado identidad y raíces. José Antonio Bernal ha demostrado que, además de humorista gráfico, es, desde hace años, un uncastillero de pleno derecho.