Vecinas silenciadas, las mujeres que llevaron la dignidad y el feminismo a los barrios de Zaragoza en el final del franquismo
La serie Memorias de barrio recupera la historia de las mujeres que se organizaron para pedir buses, guarderías y alimentos a precios asequibles en los entonces llamados barrios periféricos

Zaragoza
Sus voces pedían alto y claro lo básico para los barrios; sin embargo, el régimen las relegaba a un segundo plano. No podían estar en las asociaciones de cabezas de familia, el invento franquista para controlar el movimiento vecinal; su papel debía ser el de cuidar del hogar, servir a su familia o dominar lo doméstico. Aun así, no permanecieron calladas, se organizaron para caminar juntas ante una democracia que atisbaban en el horizonte, participaron en manifestaciones, pidieron coles y guarderías, reclamaron métodos anticonceptivos.
La serie Memorias de barrio recoge el testimonio de las mujeres que, aunque silenciadas, lucharon por los servicios básicos para aquellos barrios que crecieron en la periferia de las ciudades en los años sesenta. Su labor fue fundamental para que hoy tengamos lo que tenemos, pese a que su voz no se ha tenido lo suficientemente en cuenta para contar el relato del final de la dictadura.
Cuatro voces que militaron en los comités clandestinos de los barrios, que se organizaron en las parroquias patrocinadas por una Iglesia rebelde, nos cuentan cómo lo hicieron y qué consiguieron. Pilar Añón, del Picarral, Asun Gulina, de La Almozara, María Jesús Gutiérrez, de Torrero-La Paz, y Carmen Moraga, de Valdefierro, son las protagonistas de este capítulo que también recuerda la nueva ola de feminismo que nació en los barrios dentro de las parroquias y asociaciones vecinales.
El catedrático de historia contemporánea y autor del libro Franco, Julián Casanova, da contexto a este movimiento poco conocido, que, sin embargo, estuvo presente en las grandes ciudades españolas heredado de los movimientos europeos tras la II Guerra Mundial. Además, el historiador Cristian Ferrer, especializado en el movimiento obrero y vecinal durante la dictadura, explica cómo el régimen intenta controlar las asociaciones en los barrios y cómo los vecinos encontraban en las zonas de esparcimiento de la ciudad espacios para la reunión y el intercambio de información. En Vecinas silenciadas aparecen fragmentos del documental Mujeres en lucha que la televisión pública sueca rodó en España en 1976, prácticamente único testimonio de este movimiento y de la época.
En esta entrega se recuerda la gran manifestación de los vecinos de Valdefierro en marzo de 1974 para pedir el bus público, que convirtió el barrio en una batalla campal con la policía en una de las protestas más intensas de la historia reciente de la ciudad. También se recuerda el inicio de las manifestaciones contra la industria Química de La Almozara, cuando los vecinos arrojaban la basura dentro de la fábrica en señal de protesta.
Pero este episodio no solo recuerda las reivindicaciones de los barrios, también sirve para conocer cómo aquellas mujeres se las ingeniaron para abordar la planificación familiar, cuando la prescripción de anticonceptivos era un dilema religioso para los médicos: “Yo no voy a pecar para que vosotras jodáis a gusto”, les decía algún facultativo, como se escucha en el pódcast.
Vecinas silenciadas pretende recuperar aquellas voces que en los barrios periféricos clamaron con la dignidad en femenino plural.
Memorias de barrio es una serie que recoge la memoria viva de los barrios de Zaragoza en sus voces originales. Otros capítulos de la serie cuentan la historia de la Ciudad Jardín, Torrero, Valdefierro y La Magdalena.

Portada del pódcast Memorias de barrio

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