Fechas y grandes cifras de la gigafactoría de CATL y Stellantis en Figueruelas

Zaragoza

Contemporary Star Energy. Ese el nombre con el que se ha bautizado la unión de dos empresas, la china CATL y la multinacional Stellantis, para impulsar el gran negocio de las baterías eléctricas en plena transición de la automoción desde los combustibles fósiles a las cero emisiones.

Hoy es el día; el que servirá para escenificar el principio de una nueva era en el sector del automóvil en Aragón y también en España, carente como está nuestro país de esta tecnología 'made in Asia'.

La colocación en los terrenos conjuntos a la factoría de Stellantis en Figueruelas de la primera piedra -o cápsula del tiempo- marca el principio de una gigafactoría que estará en pleno rendimiento en el año 2030.

Pero, ¿qué viene a partir de ahora? y ¿qué habrá detrás de los 4.100 millones de euros de inversión anunciados y la creación estimada de 3 mil puestos de trabajo directos?

Lo de hoy servirá para la foto, pero a partir de esta tarde toca buscar todas estas respuestas.

Preparativos

Durante 2025, los preparativos han ido sin prisa ni pausa. Este año, las máquinas han preparado los terrenos -casi 400 mil metros cuadrados- y los han dispuesto para las obras que se llevarán a cabo a partir del próximo 2026. Entonces tocará construir las naves, que son varias, y llevará su tiempo.

La compañía rumana Synergy Construct ha sido la adjudicataria para la cimentación y para levantar dos de los edificios. La multinacional ubicada en Tauste, Consolis Tecnyconta -que ya fue la adjudicataria de otra gigafactoría, la de Volkswagen en Sagunto- se ha llevado el contrato para levantar las estructuras y tres edificios auxiliares. Al final todo son contratos y cifras abultadas.

En la fase de la construcción, que se acometerá en varias fases, de aquí al 2029, está previsto invertir más de 1.586 millones de euros en la obra, sin contar con la maquinaria, o los procesos internos -1.833 millones- , que vendrán después para acometer la producción de las baterías. Todo queda amparado bajo un Plan de Interés Autonómico o PIGA aprobado inicialmente por el gobierno el pasado 1 de julio.

Adaptación a la tecnología eléctrica

La factoría de Stellantis también se está adaptando a la tecnología eléctrica. De hecho, fuentes de la Cadena SER han confirmado que en este momento ya hay ingenieros chinos trabajando en estas instalaciones con este cometido. El impacto global de todo esto se calcula, según datos del proyecto, en 8 mil millones de euros.

La actividad económica que puede generar indirectamente se cifra en un impacto de 4.500 millones de euros y unas previsiones de empleo de 6 mil puestos de trabajo anuales, incluyendo sectores como la construcción, la industria y los servicios.

Energía renovable

El proyecto Toro no acaba aquí. Comprende también la construcción de una subestación eléctrica al lado de la gigafactoría, una línea de conexión, otra de evacuación y 14 parques eólicos asociados y 5 plantas de renovables que gestionará la empresa Forestalia para nutrir de energía la factoría, aunque no todo entra dentro del PIGA.

Según expertos del sector, la planta de las baterías cuadriplicará en consumo eléctrico la actual planta de fabricación de vehículos de Stellantis.

La gigafactoría tendrá también su impacto fiscal. Según lo publicado en el proyecto, se calcula que serán 2.196 millones de euros en concepto de impuestos los que pueden recaudarse para las administraciones públicas en la próxima década.