El Bar Carlos, corazón gastronómico y social de Castejón de Valdejasa, premiado como el mejor establecimiento familiar de Aragón

La historia de Castejón de Valdejasa en las últimas siete décadas se escribe desde el bar Carlos. Fundado en 1952, este establecimiento familiar apuesta por mantener viva la identidad gastronómica del pueblo. El Carlos Oca de dos años que ya fue fotografiado en el mostrador del bar que regentaban sus padres quizás no era capaz de imaginar lo que el futuro le deparaba: una vida dedicada a la hostelería que anoche fue reconocida por la Academia Aragonesa de Gastronomía con el premio al mejor establecimiento de comida familiar de Aragón.

Un galardón que no solo premia la calidad de su cocina, sino también el esfuerzo, la dedicación y el alma que Carlos Oca y su familia han puesto en cada plato y en cada sonrisa. "A lo largo de todos estos años, esto supone una alegría inmensa. Nos acordamos de nuestros clientes, de toda la gente de las Cinco Villas y de Aragón que nos ha puesto en valor. Esto te enorgullece", confiesa emocionado

Un reconocimiento que agradecen y que trasciende al servicio hostelero: se han convertido en un punto de reencuentro social en un pueblo como Castejón de Valdejasa con menos de 200 habitantes. "Tenemos que aprovechar el potencial del medio rural, hay un turismo real gastronómico... viene gente de Madrid, de Barcelona... la gente se mueve por probar los escabechados".

Conscientes de que detrás de cada logro está el apoyo incansable de sus vecinos, que han hecho del bar un símbolo de unión y tradición. "Es lo que nos hace tirar para adelante. Es increíble ver como los 6 días de fiestas estamos llenos, cómo en la Feria del Conejo se movilizan más de mil personas... cualquier evento que hay, la gente de Castejón responde".