Comienza la semana más solidaria del año
Los rastrillos son una estupenda opción para comprar regalos y colaborar en proyectos que hacen un mundo mejor

La semana más solidaria del año
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Zaragoza
La Navidad aragonesa enciende su cara más solidaria gracias a varios rastrillos que, año tras año, se han convertido y convertirán en un punto de encuentro para quienes buscan regalar con conciencia. En Zaragoza, Oxfam Intermón prepara una nueva edición de su tradicional rastro de juguetes en el Centro Cívico del barrio Oliver. Esta iniciativa, ya veterana con veintisiete años a sus espaldas, reúne juguetes, libros, material deportivo y muñecas donados por particulares y empresas. Todo lo recaudado se destina al Sahel Central, donde la organización mantiene proyectos de potabilización de agua, higiene y mantenimiento de infraestructuras en zonas especialmente afectadas por la violencia y la inestabilidad.
También en la capital aragonesa, el rastrillo de Misión Urbana ha llenado el polideportivo de Salesianos con artículos de todo tipo: decoración navideña, ropa, productos aragoneses y piezas artesanales. La entidad lleva más de tres décadas prestando apoyo a familias sin ingresos, ofreciendo alimentación fresca, ropa y acompañamiento emocional. Su rastrillo se convierte cada diciembre en una fuente esencial para sostener sus programas, no solo en Navidad, sino durante todo el año desde el local instalado en el barrio Oliver.
En Huesca, el protagonismo lo tomará Carinsertas, la empresa de inserción de Cáritas, a través de la tienda La Trobada de Muebles y +, con un gran rastro de juguetes instalado en Ramón y Cajal 25. Allí se presentarán cerca de 2.000 artículos donados por la ciudadanía. La recaudación se destina íntegramente a la creación de empleo digno para personas en proceso de inserción laboral, una línea de trabajo que se ha consolidado como una herramienta transformadora para familias en situación de vulnerabilidad.
Y para quienes buscan regalar cultura, la ONG AIDA celebrará esta semana un mercadillo de libros en el edificio Interfacultades de la Universidad de Zaragoza. Con precios entre dos y tres euros, ofrece manuales, ficción e incluso material para aprender idiomas. Los fondos se emplearán en financiar operaciones de cardiopatías congénitas en niños de Guinea-Bisáu, trasladados a hospitales de España y Portugal para recibir tratamientos que su país no puede ofrecer.
En conjunto, estos rastrillos han tejido una red solidaria que recorre Aragón de norte a sur. Desde la cooperación internacional hasta la inserción laboral y el apoyo directo a familias vulnerables, cada compra se transforma en un gesto con impacto real, demostrando que la Navidad también puede celebrarse desde la empatía y la responsabilidad compartida.




