Familias oscenses de acogida a niños ucranianos: "Nuestro objetivo ahora es sacarlos del país"
Angustia, nervios, preocupación… No hay palabras positivas para describir cómo están viviendo el ataque de Rusia a Ucrania las familias oscenses que acogen a infantes ucranianos durante los periodos de vacaciones.
Núcleos familiares como la del oscense Dani Ramírez, que llevan diez años trayendo a su casa a su ahijada Valentina, relataban que "esta misma mañana han bombardeado su pueblo y, aunque de momento ella está bien, la hemos notado nerviosa", explicaba, ya que "justo acababa de despedir de un amigo suyo que se iba a luchar y hace días que no saben nada de su hermano, que es soldado del Ejército en el país". A ella le han enviado dinero "para lo que necesite, incluso si fuera necesario, que cruzara la frontera".
El objetivo ahora, como decía el miembro de la Asociación para la Asistencia a la Infancia en la provincia de Huesca, "es sacar a los niños e incluso a sus familais fuera de Ucrania". En el Alto Aragón acuden anualmente unos 40 infantes que, hasta los 18 años, se pueden adherir al programa de acogida, que está en jaque tras el estallido de la guerra.




