Los problemas en las urgencias de Sabiñánigo "sin visos de solución"

La situación vivida este domingo en Sabiñánigo, cuando un hombre tuvo que esperar 45 minutos en la calle, según el propio centro, y con dolores porque las urgencias del centro de salud estaban cerradas, “no es aceptable pero desgraciadamente puede convertirse en habitual”. Es lo que reconoce la coordinadora del centro de salud de Sabiñánigo, Pilar Cajaraville, que lamenta la falta de efectivos.

De las cinco plazas de médico que hay en el Punto de Atención Continuada de Sabiñánigo, tan sólo hay cubiertas dos. Eso obliga a que sólo haya un médico en el servicio de urgencia, y puede ocurrir que, como fue el caso del pasado domingo, tengan una urgencia domiciliaria, salgan del centro de salud y se quede cerrado.

A esto se suma otra carencia que afecta al servicio de pediatría. El centro de salud de Sabiñánigo tiene una plaza de pediatra más otro que comparte con Biescas y Broto. El profesional a jornada completa está de baja y su plaza no se cubre. “Su trabajo lo está cubriendo la enfermera, que afortunadamente es especializada en pediatría y está asumiendo una carga que no le corresponde, pero no es la situación ideal”, reconoce la coordinadora.

Pilar Cajaraville explica que aunque esas plazas están ofertadas, el problema es que “nadie las elije porque tienen otras libres que les interesan más, por lo que ve difícil una solución. “Ya lo advertimos a las autoridades sanitarias y políticas”, explica, “que el mes de febrero íbamos a estar así”.

La solución a la que apunta no es fácil ni rápida. Cree que debería haber más plazas para estudiantes de medicina en las estaciones y más plazas MIR. Se calcula que cada año hay más de 12.000 graduados en medicina de los que sólo unos 8000 consiguen aprobar el MIR.