Carlos Cuadros: "Superar el lastre reputacional del Niemeyer ha obligado a un extra para explicar la utilidad del centro"
El director del equipamiento cultural destaca como seña de identidad que un tercio de sus ingresos sean propios ya que "será prácticamente imposible" crecer por aportaciones de las instituciones
Carlos Cuadros, director del Centro Niemeyer, en la SER
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Asturias
Carlos Cuadros es un jienense de Cazorla que estudió arte dramático en la RESAD y Ciencias de la Información en la Complutense. Fue periodista en medios especializados en el teatro y en revistas como 'Época' y desarrolló su carrera de gestor cultural en instituciones como la Fundación Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo, la Fundación Autor y la Fundación Aisge, además de la Academia del Cine a donde llegó en 2008 como director general bajo la presidencia de la que un año después sería ministra de Cultura Ángeles González- Sinde. Después de trabajar como consultor empresarial para empresas culturales y de comunicación en São Paulo (Brasil), desde agosto de 2014 es el director gerente de la Fundación Centro Niemeyer, un equipamiento cultural que estuvo en peligro de muerte por la gestión del anterior equipo directivo y que el año que viene se verá libre de deudas.
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En marzo se pagará el último plazo de la deuda con acreedores, un gran lastre que ha ido más allá de lo económico como señala Cuadros: "El Centro Niemeyer ha tenido un lastre reputacional por la crisis financiera y la imagen que han ofrecido los procesos judiciales derivados. Eso nos ha obligado a realizar un extra para explicar a la ciudadanía la utilidad de este centro y creemos que se ha conseguido a la vista del reconocimiento del público".
El director del Niemeyer destaca como seña de identidad del Niemeyer que un tercio de sus ingresos sean propios ya que "será prácticamente imposible que el Centro tenga un presupuesto mayor por aportaciones directas de las instituciones". En este sentido, Carlos Cuadros asegura en La Ventana de Asturias que "estaríamos condenados al fracaso si tuviéramos que financiar nuestro funcionamiento con dinero de empresas o instituciones. Es prácticamente imposible, muy difícil, que se vinculen para pagar los gastos de una Fundación".
