La Facultad de Enfermería de Gijón arriesga con métodos docentes innovadores

Gijón

Un funcionario que emite los títulos de graduados de enfermería ha sido secuestrado. Los alumnos deben conseguirlos encontrando al trabajador, en primer lugar y detener a su secuestrador. Este era el escenario al que, hace unos días, se enfrentaron alumnos de tercer curso de la Facultad de Enfermería de Gijón, un escape room de la asignatura de Urgencias y Cuidados Críticos. Para ir dando pasos en esta prueba debían ir respondiendo preguntas relacionadas con la materia: calcular la frecuencia cardiaca de un enfermo a partir de una tira de electrocardiograma, determinar la superficie de una quemadura en el cuerpo de un bebé (un muñeco que aparecía vendado por completo) o descubrir el antídoto en el caso de una intoxicación aguda. Pero más allá de los contenidos teóricos que se planteaban en la prueba, lo que los tres profesores de la materia pretendían era desarrollar competencias fundamentales para ese trabajo. Andrea Rodríguez, una de las tres docentes, explicaba que "con este juego, además de conceptos teóricos, se trabajan diversas competencias como el liderazgo, la importancia del trabajo en equipo o la resolución de problemas bajo mucha tensión". Competencias que, según Andrea Rodríguez, "son fundamentales para el alumnado y, en concreto, para la materia de Urgencias y Cuidados Críticos".

En la prueba participaron 40 alumnos distribuidos en grupos de cuatro y cinco personas. El alumnado tenía 25 minutos para resolver todos los retos. Hubo grupos que lo consiguieron en tan solo 14 mientras otros agotaron el tiempo. Los tres mejores equipos tuvieron su recompensa: tres, dos y una respuesta dadas por correctas en el examen tipo test de esta asignatura. Al término de la prueba estaban, según su profesora, "eufóricos y satisfechos, aunque alguno confesaba que tenía que haber repasado más materia". Y es que el escape room resultó ser una prueba exigente, un examen de conocimientos en un ambiente lúdico. Los docentes encargados de realizarla -Andrea Rodríguez, José Antonio Cernuda y Sofía Osorio- salieron también "muy motivados". Todos ellos reconocían que "nos lleva mucho trabajo pero nos aporta un extra de motivación".

El proyecto ha sido uno de los seleccionados por la Universidad de Oviedo como ejemplo de innovación docente. Las próximas semanas servirán para analizar los resultados obtenidos por los 40 alumnos y evaluar la eficiencia de esta nueva metodología que aporta conocimientos y competencias que difícilmente se pueden trasladarse en una clase teórica en el aula.