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Las dudas con el Sporting ya son reales

Derrota y preocupante imagen de los rojiblancos en el estreno liguero en Valladolid (2-0)

Momento en el que Cedric consigue el 1-0 para el Real Valladolid contra el Sporting. / LaLiga

Ya no vale excusarse en que son amistosos, en que no hay puntos en juego, en que son probaturas. La primera, en la frente. El Sporting empezó la temporada perdiendo en Valladolid y ratificando que, si nada se vio en pretemporada, nada se vio tampoco en el primer compromiso liguero. Un equipo flojísimo en defensa (pese a la prometida apuesta por la solidez, tras tanta reflexión y tormenta de ideas interna), incapaz de superar la nostalgia por Pedro Díaz a la hora de elaborar (ojo a ese agujero negro y a la aparente despreocupación por solventarlo), con poca o nula chispa y sin mordiente en ataque. Cierto que el partido estuvo condicionado por las bajas, pero que le hablen de ausencias y de plantilla a medio hacer al Valladolid, que sin embargo hizo un partido decente. La realidad es que el estreno liguero dejó al Sporting sin sumar y no resolvió ninguna de las dudas con las que se afrontaba la temporada.

Que el Valladolid iba a querer dominar el partido quedó claro desde el principio, con un inicio avasallador. Y, sin embargo, el que consiguió marcar fue el Sporting, a los seis minutos de partido, pero la poca disimulada ayuda con la mano de Djuka echó por tierra la ocasión de adelantarse. Abriendo los ojos se remata mejor.

Pronto empezarían las calamidades defensivas del Sporting, que acabarían en los goles del Valladolid. Yáñez e Insua no se entendieron a la hora de despejar un centro desde la derecha aparentemente subsanable, y Cedric se aprovechó del desatino (más achacable al central que al portero) para adelantar a los pucelanos.

El gol llegó cuando el Sporting había amagado con empezar a elaborar algo de fútbol. Pero eran ráfagas muy puntuales. El mediocampo no funcionaba: Cristian Rivera, Nacho Méndez y Nacho Martín no eran capaces de hilvanar juego y volvía a invitar a la reflexión sobre las prioridades a la hora de fichar tras la marcha de Pedro Díaz. Ramírez reclamaba a Nacho Méndez que interviniera más en el juego, pero para eso el luanquín tenía que retrasar demasiado su posición y las distancias se convertían en abismales. De las botas de Méndez salió algún pase interesante, tanto en la jugada del gol como un buen centro que Gaspar (pese a que la presencia de Djuka pudo estorbarle) remató entre los tres palos, pero interveniendo bien el portero local.

Nada más comenzar la segunda parte el Sporting volvió a mostrar su blandura defensiva en el gol de Monchu. Ay, la solidez. El jugador del Valladolid remató completamente solo prácticamente en el área pequeña, zafándose con mucha facilidad de Enol Coto.

Con el partido ya aparentemente sentenciado, Ramírez movió el banquillo. Dio entrada a Hassan, el único futbolista que, con virtudes y carencias, fue capaz de darle otro aire al equipo. Al menos una brisa. Aunque acaba un porcentaje pequeño de las jugadas que empieza, sus arrancadas son un acicate para el equipo y una preocupación para los rivales. No estaría mal que el equipo trabajara que, cuando juegue Hassan, el resto deben acompañarle, aunque les cueste por ritmo.

El egipcio puso algún centro peligroso, uno de ellos rematado por Esteban Lozano, pero desviado por un defensa. Porque, sí, Esteban Lozano entró por Djuka, con la apariencia de estar por delante de Jeraldino en las preferencias. También entró Cote, en una llamativa posición de interior, más teniendo en cuenta que Pablo García arrastraba una amarilla desde la primera mitad. Completó los cambios, ya de forma testimonial, la entrada del canterano Alejandro Lozano.

No sorprende que el Sporting pierda en Valladolid; podía ser previsible, al menos por el nombre del rival, aunque su situación actual sea tan delicada que muchos sportinguistas optimistas creyeran que era el mejor momento para visitarle. También es cierto que perder a Fran Villalba, Varane, Cali Izquierdoz o Guille Rosas es un hándicap considerable. El problema es que el partido no resuelve ninguna de las dudas que cualquiera pudiera tener con el Sporting antes del estreno liguero. Al contrario.

David González

Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de...