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Un libro sobre el Gijón de principios del siglo XX cierra los actos del centenario de Rosario de Acuña

"Rosario de Acuña y Gijón", editado por KRK y escrito por el cronista oficial de la Villa de Jovellanos, Luis Miguel Piñera, recupera el Gijón que en que vivió la librepensadora madrileña

Rosario de Acuña y Gijón, de Luismi Piñera

Gijón

Tras un año plagado de actividades en homenaje y recuerdo a la figura de Rosario Acuña, los actos oficiales organizador por el Ayuntamiento de Gijón para conmemorar el centenario de su muerte llegan este diciembre a su fin. La obra "Rosario de Acuña y Gijón", publicada por la editorial gijonesa KRK y escrita por el cronista oficial de la ciudad, Luis Miguel Piñera, recupera el Gijón del año 1909, momento en que la pensadora decidió instalarse en la ciudad donde residiría hasta su muerte el 5 de mayo de 1923.

Según ha explicado Luis Miguel Piñera en SER Gijón, el libro "no recorre lo que pasaba en el Gijón a principios del s. XX, aunque sí incluyo una cronología de sucesos. Sobre todo de lo que hablo son de los lugares que tienen que ver con ella. No solo la casa donde vivió en el Cervigón, sino sitios en los que estuvo dando mítines, charlas o asistiendo a manifestaciones callejeras y que ella misma refleja en sus textos". Así, la obra transita por los Campos Elíseos, donde Acuña inauguró la Escuela Neutra Graduada, el teatro Jovellanos y café Dindurra, donde estrenó obras o pronunció charlas, o la plaza de la Corrada, donde asistió a un mitin en la calle".

La elección de Gijón por parte de la pensadora para vivir , dice Piñera, fue seguramente debido a la actividad de la ciudad. "En 1909 es un Gijón que a Rosario Acuña le gustó. Ya había visitado varias veces la ciudad, pero en ese año es cuando decide comprar el terreno y edificar la casa. Fue influencia de lo que era Gijón, una ciudad muy industrial, con mucho movimiento social, cultural y político. Posiblemente pensó, aquí no me aburro. Y ahí se instaló en esa casa y efectivamente estuvo muy comprometida".

En la obra, también se repasa el último camino que realizaría el féretro de la escritora desde su casa en el Cervigón ese 5 de mayo de 1923. "Los lugares por donde pasó el féretro, por el Muro parando frente del Ateneo Obrero, que de aquella estaba allí, la plazuela de San Miguel, la calle de Concepción Arenal porque allí había estado la Escuela Neutra o la subida al Sucu, donde está su tumba!".

Piñera también ha puesto en valor el trabajo realizado por los dos grandes estudiosos de la obra de Rosario de Acuña, Xosé Bolado que "recuperó su obra casi completa en cinco volúmenes" y Macrino Fernández Riera, que continúa esa labor de estudio y que en este volumen se encarga del epílogo. "Yo solo seguí sus caminos".

Alicia Álvarez

Alicia Álvarez es licenciada en periodismo por...