Gijón tendrá su 'banderona' y una plaza de España

Gijón

Gijón lucirá una gran bandera de España, sumándose así a la relación de ciudades que en los últimos años han instalado la enseña nacional en espacios emblemáticos. A ello sumará una plaza de España en la ciudad, aunque en ambos casos todavía no existe una ubicación concreta. Decisión aprobada en el transcurso del primer pleno municipal del año a propuesta de Vox. La izquierda ha votado en contra al entender que es algo innecesario y acusa a la ultraderecha de utilizar este símbolo como arma arrojadiza.

De dos puntos constaba la propuesta de la concejala Sara Álvarez Rouco. La instalación de la bandera y más a largo plazo dar el nombre de España a una plaza de la ciudad. La única representante de la ultraderecha cargó en la presentación de su iniciativa contra la hostilidad de la izquierda contra la enseña nacional. Va más allá de lo ideológico, indicaba.

Por su parte, el concejal de Relaciones Institucionales Jorge González-Palacios (Foro) ha resaltado que la divisa representa el conjunto de derechos y libertades y es el símbolo de todos los ciudadanos.

Enfrente el no de socialistas, Izquierda Unida y Podemos porque es inncesario y partidista. El mejor homenaje a España se consigue ampliando derechos, dicen. Desde la bancada socialista su portavoz municipal, Luis Manuel Flórez 'Floro', ha aclarado que si bien la bandera constitucional simboliza la democracia, ésta ya está presente en los edificios de la administración local y de manera regulada por ley. Ha insistido en que cuando los símbolos constitucionales se emplean de manera partidista se están usando para dividir e ir en contra de cualquiera "que piense distinto".

La portavoz municipal de Podemos, Olaya Suárez, ha afeado a Álvarez Rouco que haya tardado cuatro meses en plantear una proposición al pleno y que cuando finalmente lo ha hecho sea para proponer la instalación de una bandera "bien grande para tapar su falta de ideas".

Sesión donde el equipo de gobierno ha cifrado en 179 las solicitudes de alta de viviendas turísticas en los últimos dos días. Todo después de conocerse la suspensión durante un año de la concesión de nuevas licencias en gran parte de la trama urbana. La medida pretende contener el auge de este mercado a la espera de una regulación que lo ordene. La oposición teme que el problema se extienda ahora a barrios no tensionados.