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Pablo F. Miaja: "La temperatura en la noche lunar puede caer hasta los cien grados bajo cero"

La Universidad de Oviedo encabeza junto a la de Vigo y la británica de Leicester un consorcio para el desarrollo de sistemas de potencia para vehículos ambulantes no tripulados en la cara sur del satélite terrestre

La Universidad de Oviedo encabeza junto a la de Vigo y la británica de Leicester un consorcio para el desarrollo de sistemas de potencia para vehículos ambulantes no tripulados en la cara sur del satélite terrestre

Asturias

La Universidad de Oviedo lidera un consorcio para el desarrollo de sistemas de potencia para vehículos ambulantes no tripulados, más conocidos como rovers lunares que combinan paneles solares, baterías y generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTGs – Radiosotope Thermal Generators). El consorcio está formado por la Universidad de Leicester (Reino Unido), la Universidad de Vigo y el grupo de Sistemas Electrónicos de Alimentación de la Universidad de Oviedo. La experiencia del grupo se centra en la electrónica de potencia, es decir la conversión de energía eléctrica mediante medios electrónicos. El presente proyecto está encabezado por el catedrático Manuel Arias Pérez de Azpeitia y el profesor Pablo Fernández Miaja, integrantes del grupo de Sistemas Electrónicos de Alimentación del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Comunicaciones de la Universidad de Oviedo.

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El objetivo es diseñar sistemas de potencia eléctrica que combinen las diversas fuentes de energía, Solar, RTG y baterías, de modo que se garanticen las demandas energéticas de un vehículo ambulante no tripulado en el Polo Sur Lunar. "En este emplazamiento, hay regiones en las que nunca luce el Sol, con lo que no hay energía solar disponible y las temperaturas pueden caer hasta los cien grados bajo cero", señala el profesor Pablo Fernández Miaja.

Las tareas del consorcio comprenden el dimensionado de las diversas fuentes de energía para cumplir las demandas, minimizando la masa y el volumen, ya que los investigadores apuntan que una solución que solamente emplease RTGs sería muy pesada y voluminosa, mientras que una que solo usara paneles solares resultaría inviable, dada la falta de luz solar. "Los RTGs proporcionan una fuente de energía eléctrica constante, pero muy baja y a un voltaje incompatible con los sistemas de potencia eléctrica típicos en aplicaciones espaciales. Además, responden muy lentamente ante cambios de la demanda de potencia. Las baterías facilitan un aporte muy rápido de energía, pero deben recargarse periódicamente. Los paneles solares son las fuentes más rápidas, pero precisan de la luz del sol para operar".

La Universidad de Oviedo desarrollará los modelos de simulación del sistema de potencia y sus prototipos funcionales. La Universidad de Leicester es el principal desarrollador en Europa de RTGs y para el presente proyecto proporcionará modelos de simulación compatibles con los ideados por la Universidad de Oviedo. Facilitará también modelos eléctricos de los RTGs con el objetivo de simular el comportamiento de estos para su integración con los prototipos que se llevarán a cabo en la Universidad de Oviedo. La Universidad de Vigo, por su parte, modela el entorno térmico en el que el rover trabajará.

El proyecto está financiado con 340.000 euros por la Agencia Europea del Espacio (ESA) y tiene una duración de dos años.