Carlos Meana: "Hay que conseguir un apoyo económico estable para la Cocina Económica"

Gijón

La Asociación Gijonesa de la Caridad, conocida popularmente como la Cocina Económica, acaba de recibir los fondos recaudados en el último evento solidario celebrado en su favor en el Teatro Jovellanos. Los espectadores del concierto, impulsado por el grupo MSCLE, han aportado 4.190 euros. Cantidad que invertirán en los múltiples programas que lleva a cabo la Cocina y, sobre todo, a sufragar el alimento que proporcionan a las 400 personas que sientan a su mesa a diario. "La cifra aumenta cada año al igual que lo hacen los gastos fijos de la asociación y de los propios alimentos que sirven a cada vez más usuarios", explicaba a SER Gijón Carlos Meana el vicepresidente de la asociación Carlos Meana.

La entidad que "es mucho más que un comedor social", se sufraga gracias a subvenciones como la del Ayuntamiento de Gijón y por las aportaciones de sus más de 1.000 socios o servicios como el de las hamacas en verano que también les generan ingresos. Afortunadamente, la sociedad siempre les responde, dicen con orgullo, pero la Cocina Económica "precisa de mayor estabilidad para poder llevar a cabo sus programas sociales" apunta Margarita Collado, una de las componentes del grupo MSCLE que se nutre de profesionales y empresarios de distintos ámbitos, unidos por su pasión por la música reunidos desde hace más de 15 años. Quien fuera además vicepresidenta de la Asociación Española contra el Cáncer conoce bien lo necesario que es para una entidad social contar con el apoyo de la ciudadanía a la que movilizan con eventos como el citado concierto en el que contaron además con artistas profesionales como Mina Longo o Víctor el de Cimadevilla y como siempre con su director Miguel Ángel de Diego.

Como novedad, para facilitar las donaciones han creado un número de Bizzum, el 09340 al que cada ciudadano puede hacer la donación que considere y con la periodicidad que le sea posible. Eventos como el del Teatro Jovellanos "aportan también visibilidad" al trabajo de entidades tan longevas como la Cocina Económica, fundada en 1905 y que ahora se adapta así a los nuevos tiempos.