El HUCA implanta la segunda prótesis ósea integrada en el esqueleto de un paciente amputado
La novedosa técnica mejora al estabilidad del paciente y le permite caminar con naturalidad
De izquierda a derecha, José Antonio Fidalgo, del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, Josina Villanueva, directora del HUCA, y David Alonso, facultativo del Servicio de Traumatología. SALUD ESPAÑA EUROPA ASTURIAS PRENSA PRINCIPADO. / PRENSA PRINCIPADO.
Oviedo
El HUCA acaba de estrenar una novedosa técnica para pacientes con amputación que mejora de forma radical la calidad de vida del paciente. Se trata de la prótesis osteointegrada, es decir, insertada directamente al esqueleto, al modo de los implantes dentales en los que se inspira. Nuestro hospital es el segundo de España en utilizar esta técnica, tras el Vall d’Hebrón.
Un gijonés de 43 años con una malformación congénita es el primer asturiano en recibir un tratamiento que le transformará la vida, una vez que supere la larga y trabajosa rehabilitación que debe superar. De ella depende el 90 % del éxito del proceso.
No es una intervención ala que pueda ser sometido cualquier paciente amputado. La selección es muy cuidadosa. De las 90 prótesis de amputación que se hacen en Asturias, los candidatos idóneos no pasan del 10 %. En este momento, además del paciente ya intervenido, hay otros 5 o 6 que podrían ser candidatos, sobre todo pacientes jóvenes con amputaciones traumáticas que no se adapta a las prótesis convencionales. La técnica consiste en insertar directamente la prótesis en el esqueleto a través del muñón. Las ventajas para el paciente son muy significativas, según el doctor David Alonso, del Servicio de Traumatología del HUCA.
El proceso de rehabilitación tras el implante es clave para el éxito. Por eso se requiere una estrecha coordinación entre los dos servicios, algo que ha sido determinante para que el HUCA pueda practicar esta avanzada técnica. También es muy importante en para la selección del paciente su disposición a emprender una rehabilitación especialmente compleja y larga, que empieza tres días después del implante y puede durar varios meses, según el doctor José Antonio Fidalgo, del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación.
En el caso del paciente que ya ha sido intervenido en el HUCA, tenía amputada la pierna derecha. Trabajaba de pie y llevaba cinco años con problemas en el muñón con infecciones de repetición, heridas y rozaduras, dolor lumbar por desequilibrio pélvico e inestabilidad.