Asier Garitano, al rescate del Sporting

Gijón

Asier Garitano es el elegido para librar al Sporting del peligro de descenso a Primera Federación. El club gijonés apuesta por el técnico vasco, de 55 años, como recambio de Rubén Albés, destituido el pasado domingo. Garitano, con experiencia en los banquillos de Leganés, Real Sociedad, Alavés o Tenerife, llegará a Asturias este mediodía y firma hasta junio de 2026. Tendrá por delante ocho jornadas para sumar los puntos suficientes para alejarse de un descenso que en este momento está a solo dos puntos. Dirigirá este martes su primer entrenamiento y debutará en partido oficial este domingo en un choque de armas tomar: el Eldense - Sporting.

El Sporting manejó otras opciones para sustituir a Albés. Tras anunciar a primera hora la destitución del técnico vigués, David Guerra y Gerardo García mantuvieron el domingo encuentros telemáticos con tres técnicos: Pablo Machín, Xisco Muñoz y el propio Garitano. Machín gustaba, pero la operación resultaba casi inviable: el soriano tiene contrato en vigor con la Liga de Qatar y, al margen del difícil encaje económico de la operación, el escaso margen con el que se le avisó hacía casi inviable que llegara a tiempo para preparar el choque del domingo. Xisco Muñoz mostró una buena disposición pero pesaba en su contra su menor experiencia en banquillos de Segunda. Finalmente el elegido fue Asier Garitano, que tras finalizar en junio su compromiso con el C.D. Tenerife (con el que decidió no renovar al no estar convencido del nuevo proyecto) mantenía su residencia en la isla. Desde el club mantienen que el guipuzcoano fue, de todos los sondeados, el entrenador con el que hubo mayor afinidad durante los contactos del domingo y que más encajaba en el perfil.

Los equipos de Garitano destacan, principalmente, por el orden y la solidez, algo que tendrá que trabajar mucho en el actual Sporting. El guipuzcoano asegura no tener un estilo definido, sino que es más partidario de adaptar su forma de jugar a los mimbres de los que disponga en cada equipo al que dirige. Modifica el sistema en función de cada partido o incluso puede variar el dibujo en diferentes fases del mismo encuentro. Innegociable para él es el sacrificio y la máxima implicación de los jugadores. Es partidario de sesiones de trabajo cortas pero muy intensas. En sus manos estará arreglar el desaguisado de temporada que amenaza con sacar al Sporting, por primera vez en sus 120 años de historia, del fútbol profesional.