Juan Rodríguez: "La despensa de un país es sagrada y hay que cuidarla"

Asturias

El grupo Industrias Lácteas Asturianas (ILAS) ha inaugurado una nueva planta de fabricación de queso mozzarella en el complejo industrial ubicado Anleo (Navia) que permitirá al grupo competir tanto en el mercado nacional como en los mercados internacionales.

La nueva instalación, que ha supuesto una inversión superior a los 15 millones de euros, incorpora la tecnología más avanzada disponible actualmente en el sector. Su puesta en marcha supone un incremento del 25% en la capacidad de producción de la planta de Anleo, que superará así el millón de litros de leche diarios procesados. Con una capacidad anual de producción de 20.000 toneladas de queso mozzarella, la nueva planta dará empleo a 30 personas. Las obras comenzaron en abril de 2024 y, apenas un año después, el nuevo espacio ya es una realidad.

"Se trata de una apuesta empresarial, pero también por nuestro campo. La despensa de un país es sagrada y hay que cuidarla. Los países más avanzados se caracterizan por cuidar, por encima de cualquier otro, el sector primario. La pandemia nos los dejó muy claro", señala el CEO de Ilas Juan Rodríguez, hijo de Francisco Rodríguez quien en 1960 inició la actividad empresarial de este grupo en un modesto salón de baile de Anleo elaborando queso Camembert con apenas 124 litros de leche.

Nuestro padre decidió venir a Anleo para demostrar, entre otras cosas, que no solo en Normandía se puede fabricar un camembert con carácter

—  Juan Rodríguez, CEO Industrias Lácteas Asturianas

Hoy en día, la planta de Anleo, sede central del grupo, procesa a diario más de un millón de litros de leche y cuenta con una plantilla cercana a los 600 empleados. A nivel global, ILAS emplea a unas 2.000 personas y opera con filiales en Europa (Polonia y Francia), Estados Unidos (Míchigan) y México, reforzando su presencia internacional y compromiso con la calidad e innovación en el sector lácteo.

Juan Rodríguez señala que el esfuerzo inversor “es una clara apuesta de presente y de futuro por nuestra empresa y por nuestro campo”. También hace hincapié en el simbolismo de la planta de mozzarella, con la que se retoma “aquel primer camino iniciado en 1960 por nuestro padre, en un salón de actos, cuando decidió venir a Anleo para demostrar, entre otras cosas, que no solo en Normandía se puede fabricar un camembert con carácter”.