La lluvia se alía con los bomberos y permite una mejoría de la situación de los incendios

La lluvia que tímidamente ha hecho acto de presencia desde la madrugada de este lunes y que, aunque de forma débil, ha persistido durante buena parte de la mañana, ha permitido a las autoridades regionales declararse optimistas con respecto a la evolución de los incendios. Tras la última reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), celebrado a primera hora en La Morgal, el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha confirmado la mejoría de la situación, aunque el nivel de alerta sigue siendo máximo mientras Castilla y León no sea capaz de controlar los fuegos que siguen imparables en una franja de terreno limítrofe con varios concejos asturianos. En el Principado se deja caer que son los fuegos de León los que han puesto “en jaque a Asturias”.

La lluvia –más bien orvallu- ha tenido un doble efecto benéfico: humedecer la vegetación y refrescar las elevadísimas temperaturas del subsuelo. No obstante el cambio del tiempo ha tenido también una consecuencia indeseada, y la niebla ha impedido la actuación de los medios aéreos durante buena parte de la mañana del lunes, incluido el helicóptero cedido hoy por la Comunidad Foral de Navarra y que refuerza el dispositivo de extinción. Sí es positivo que ha cambiado la dirección del viento –de sur a norte- lo que ha hecho descender los termómetros y deja de impulsar el avance de los fuegos desde León. Porque ahí está el verdadero problema: la dimensión de los incendios que desde Orallo han penetrado en Cangas del Narcea; desde Anllares, en Degaña y desde el valle de Valdeón en la vertiente asturiana de los Picos de Europa. Ahí, y en las carencias de la Junta de Castilla y León, sin estructura territorial para prevenir y extinguir incendios. La suerte de Asturias depende de la evolución en la comunidad vecina, explicaban el presidente Barbón y el consejero de Gestión de Emergencias, Alejandro Calvo, tras la reunión del CECOPI. "No podemos bajar la guardia porque no sabemos lo que va a pasar en las provincias limítrofes", explicaba Barbón, quien confesaba que "nos afecta sobre todo el incendio de Posada de Valdeón porque en cualquier momento puede saltar a nuestra comunidad". El consejero Calvo, era muy contundente al afirmar que la comunidad vecina no tiene "una estructura territorial de vigilancia y de extinción, y eso dificulta la relación". De hecho afirma que "son los incendios de León los que han puesto en jaque a Asturias".

El Principado presume de que los incendios que no se han originado por efecto contagio desde León han sido atajados de inmediato en perfecto coordinación de los medios propios con la Guardia Civil y con la colaboración de los vecinos, a los que Adrián Barbón pedía esta mañana confianza en los técnicos de la administración. "He leído mensajes denunciando que no se ve a nadie (trabajando contra el fuego) en los pueblos. No se ve a nadie porque están actuando en la corona para evitar que el fuego llegue al pueblo. Garantizo que en todos los incendios se ha actuado con los medios que los técnicos han considerado en cada cada momento", aseguraba el presidente.

A falta de una evaluación más exhaustiva la superficie quemada supera ya las 4.000 hectáreas, pero la buena noticia es que el perímetro de los incendios no ha avanzado con respecto a ayer.