El Sporting se recompone con un triunfo de prestigio

Gijón

Extraña temporada la que está viviendo el Sporting. Un curso de picos, hacia arriba y hacia abajo, que comenzó con tres victorias consecutivas que podían llevar a pensar que el año iba a ser un camino de rosas, se complicó con una insoportable racha de cinco derrotas seguidas que acabó tumbando a Garitano y ahora ha reflotado con las dos victorias que ha conseguido el equipo gijonés tras la llegada de Borja Jiménez al banquillo. Una en casa, sufrida pero necesaria, y otra en Valladolid, meritoria y de prestigio. Un relevo sereno en el banquillo, sin revoluciones pero con matices, que parece haber servido para encontrar la tecla del reseteo. Borja Jiménez ha exprimido al máximo los recursos válidos que tiene la plantilla (que no son excesivos, pero sí con la suficiente calidad) y a pesar de algunos defectos a subsanar (especialmente en el aspecto defensivo) el Sporting ha conseguido enderezar el rumbo y volver a ilusionar a su afición.

En un entendible discurso, para defender a sus huestes, Borja Jiménez dijo el viernes que la plantilla del Sporting está "compensada". Los datos refutan el argumento, tanto en esta etapa como en la anterior. Casi siempre juegan los mismos y hay futbolistas que apenas participan, sencillamente porque la diferencia entre unos y otros es abismal. Jiménez repitió el mismo once por segunda semana consecutiva y, de los cinco cambios que podía realizar, solo hizo dos. La fórmula le salió bien. El problema es que con trece o catorce jugadores aportando, va a ser difícil llegar a mayo.

De mediocampo para arriba, el equipo parece haber recuperado la chispa. E incluso el olfato de gol. El Sporting tiene tres jugadores diferenciales en la vanguardia: Dubasin, Gelabert y Otero. En Valladolid brillaron los tres, cada uno a su manera. Especialmente El Pingüino, con una asistencia, un penalti forzado (y cedido generosamente a Otero) y un gol. Recuperar al mejor Dubasin, el que se vio con Albés y en lo que falló Garitano, es una de las tareas más importantes que tiene sobre la mesa Borja Jiménez. Con Gelabert no necesita más que mantenerle el nivel. Y al infatigable Otero, asistente de lujo en este inicio de temporada, le vendrán de perlas los dos goles marcados en Zorrilla. Si Gaspar consigue mantener su mejor nivel, el Sporting tiene mucho potencial de mediocampo para arriba.

En mediocampo, la llegada de Borja Jiménez ha asentado a Justin Smith como acompañante de Álex Corredera. El franco-canadiense se ha revelado como un futbolista muy interesante tácticamente, que libera defensivamente además al talentoso Corredera, otro de los futbolistas que hay que cruzar los dedos para que no se lesione esta temporada. El sacrificado ha sido Nacho Martín, que necesita minutos para consolidarse, aunque seguramente habrá tiempo para él durante la temporada.

En Valladolid el Sporting volvió a pasar apuros por su endeblez defensiva, un aspecto que no ha tenido tiempo para corregir el nuevo entrenador. Pero parte de los sustos los solventa otro de los jugadores que son pilar fundamental en este equipo: el portero Rubén Yáñez. En Valladolid volvió a hacer paradas de mérito que sostuvieron al equipo. Otro jugador que (más ahora con los problemas de salud de Christian Joel) no tiene recambio en este equipo. No fichar a un segundo portero es un ejercicio de temeridad de los dirigentes rojiblancos.

El fútbol es tan cambiante y cruel que en dos semanas todo ha cambiado. La etapa de Asier Garitano ya parece la prehistoria y todo parece haber cambiado radicalmente con la llegada de Borja Jiménez. Llegará el invierno con sus penurias, pero ojalá que el Sporting, con el cambio anímico y los retoques tácticos del nuevo entrenador, sea capaz de minimizarlos. De momento, el equipo ha cortado la sangría. Y ahora buscará prolongar este momento dulce frente al colista, un Zaragoza que llegará a El Molinón en estado crítico y con nuevo entrenador.