El Consell de Ibiza aprueba su nuevo reglamento y la oposición alerta de la "masificación turística" en el campo

Ibiza

El Consell de Ibiza ha aprobado definitivamente, con el voto en contra de PSOE y Unidas Podemos, el nuevo reglamento insular que elimina trámites en materia urbanística, elimina las cédulas de habitabilidad de primera ocupación, reduce plazos de las memorias arqueológicas y abre la puerta a los usos turísticos en las casas de campo.

El vicepresidente Mariano Juan ha hecho una defensa del texto porque asegura que despliega la autonomía política del Consell, nace fruto del consenso después de dos años de negociación con diferentes colectivos, con la colaboración de los cinco ayuntamientos de la isla y que ha tenido tres procesos de participación pública. Juan dice que a partir de ahora las administraciones serán " más agiles, más sencillas, tendrán más recursos para controlar y se podrán sacar los expedientes más importantes que ahora están encima de las mesas. Ha reprochado al Govern que quisiera poner palos en las ruedas y “tutelar nuestra autonomía” y afirma que tendrá un impacto económico de más de medio millón de euros. El vicepresidente dice que este reglamento premia al que mantiene el campo y prioriza que se mantenga en buenas condiciones.

No lo ve así el grupo socialista, cuyo conseller, Víctor Torres, dice que habla de que con las agroestancias se produce un impacto sobre el territorio “peligroso”. Torres critica que se quiera convertir en turísticas todas las casas payesas de Ibiza, aunque ha recordado que con la moratoria actual no se pueden autorizar más plazas. De paso, ha reprochado a Juan que quiera modificar el Plan Territorial Insular para usos turísticos en casas en suelo rústico protegido. El PSOE también lamenta que no se haya hecho caso a las alegaciones que presentaron y afirma que no ha habido consenso en la aprobación de este reglamento con los ayuntamientos y las asociaciones ecologistas.

En la misma línea, el conseller de Unidas Podemos, Antonio Saucedo, critica que el Partido Popular quiera, por una parte, “regular la entrada de coches en la isla y por otra poner turistas en todas las casas”. Asegura que el modelo del PP sigue siendo “más cemento” y afirma que los grandes beneficiados serán los promotores que “podrán construir o hacer pozos sin control alguno, porque no se cuenta con personal para fiscalizar las medidas previstas”. Resalta el rechazo de los grupos ecologistas a este tipo de medidas y destaca que el reglamento “no es garantista y es un peligro”. Concluye que ante los problemas de falta de agua "más cemento y abrazo a la masificación".

Frente a las críticas, Juan afirma que ya se pueden alquilar las casas en el campo de más de cinco años con la ley agraria y la ley turística y lo que se hace con este reglamento es que solo se pueden alquilar tres habitaciones, un máximo de seis plazas y el propietario seguirá viviendo en la casa.

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Juan dice que la izquierda quiere un campo “que viva subsidiado y nosotros apostamos porque puedan tener unos ingresos complementarios 60 días al año con un impacto mínimo”.

El vicepresidente ha lamentado que los grupos de oposición no hayan hecho una sola propuesta alternativa y concluye que este reglamento fomenta un deseo ciudadano “el mejor gobierno hace todo lo posible para que no lo necesites”.