"Si siguen pisoteándonos, será un tipo de esclavitud moderna"
Roberto Sousa, empleado de Ryanair en Palma, afirma que los paros es la única forma de hacerse oír. Impedir el Derecho a Huelga y unos salarios que, a veces, superan por poco el precio del alquiler, de los principales problemas
Entrevista a Roberto Sousa, empleado de Ryanair
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Palma
Un tripulante de cabina de Ryanair ha subrayado que la situación que atraviesan estos trabajadores es una forma de esclavitud moderna, o así será si se siguen "dejando pisotear". Roberto Sousa es, además, supervisor de vuelo en la base aérea de la empresa irlandesa en Son Sant Joan, y ha explicado en la SER que la decisión de extender la huelga hasta el mes de enero, de lunes a jueves desde el próximo 8 de agosto, "es la única forma de que entiendan nuestro descontento".
El principal problema que encuentra este empleado es el salario, entre otros. Afortunadamente, los contratos que hoy existen en Ryanair son españoles, pero él sufrió en sus comienzos el tener un contrato irlandés que, en algunas fechas, le suponía ingresar no más de 200 euros mensuales.
"Ahora ese problema no existe, pero los nuevos contratos que se firman son cada vez peores, con salarios base que, en fechas de pocas operaciones, suponen no llegar al Salario Mínimo Interprofesional", ha explicado, añadiendo que "con esos 700 euros, un compañero ha estado sobreviviendo durante diez meses con un alquiler de 600".
El sindicato USO ya se ha pronunciado en numerosas ocasiones achacando a Ryanair el impedimento del Derecho a Huelga a los empleados. En este sentido, Sousa ha explicado que se les deniega mediante cartas y que si la operación no va a tener éxito, prefieren cancelar el vuelo directamente para que los huelguistas no se atribuyan el mérito.
Sousa confía en que se pueda alcanzar un acuerdo antes de llegar a enero, pero ha concretado que eso sería más fácil si contaran con el apoyo del Ministerio de Trabajo, que "ha rechazado las peticiones de USO para que mediara ante Ryanair". Después de casi un mes haciendo caso omiso, han aludido, finalmente, "problemas de calendario".
"La solución no está en eliminar este modelo de vuelo low-cost", sino en gestionar los ingresos mirando por los trabajadores, aunque suponga a los directivos "renunciar a grandes beneficios", ha afirmado.