Can Garanya, la saga de los Amer continua

Palma

Son Teresa Vaca, vecina de Manacor y Guiem Cànovas, propietari del bar Can Lliro. Poca presentación necesita Can Garanya, conocidos en Manacor pero también en Palma y por toda la isla. Como dice Teresa son una institución. Para conocer su historia y la de las tiendas tenemos que empezar por el árbol genealógico. La família Amer es quién está detrás. Ahora son tres socios, Joan Sebastià, Sebas y Joana. Una persona de cada núcleo familiar. Con una foto en la mano, Joan Sebastià nos sitúa en las raíces del negocio.

A este árbol hay que añadirle las ramificaciones. A la família se le suma todo el equipo de personas que trabajan en las tiendas. Margalida Sagrera lleva 48 años trabajando en Can Garanya. Le sigue Margalida Servera 16 años. Maria Antònia Gomila 11, Antònia Galmés, 8 y Antoni Muntaner, la última incorporación, 2 años. Los inicios del negocio fue la venta de cordeles en la tienda 51. Fundada el 1928.

De la tienda 51, dedicada a la cordelería y espartería, se abrieron posteriormente dos más. La 40 y la 30. Esta última es la más reciente, dónde encontramos bolsas y zapatos. En el año 1972, con la llegada del turismo, se abrió la segunda, la 40.

Un negocio que ya va por la cuarta generación con Joana en el equipo. En su caso hubo un salto generacional. Sebastià, su padre, era socio del negocio pero nunca trabajo en las tiendas porque compaginaba dos trabajos. Joana es la primera mujer que ha tomado partido en el negocio.

La familia impregna todo. Es la base de la empresa. Solo un miembro de cada núcleo familiar coge el relevo. Quién es observador se da cuenta de que los fundadores siguen muy presentes. En el aparador de la tienda 40 hay tres sillas, que son los tres hermanos. Pero no solo eso, hay un retrato de los tres. Todas las generaciones que están ahora al mando cuentan que ya desde pequeños pasaban largos ratos en las tiendas.

Como decimos, luego están las ramificaciones de este árbol familiar. Margalida Sagrera lleva 48 años trabajando para los Amer. Empezó incluso antes que los actuales socios Joan Sebastià y Sebas. El día del reportaje no estaba en la tienda porque cuidaba de su nieta. Joan Sebastià la llamó por teléfono para que pudiéramos hablar con ella que, además, este año se jubila.

El relevo, la continuidad está ahora en manos de la generación más joven de los Amer. Por parte de Sebas, su hijo Sebastià ya se ha introducido. Dejó la informática para formar parte de este negocio familiar. Luego relevará a su padre, Sebas, que está muy contento de que la saga continúe.

Las nuevas generaciones son las que tendrán que mantener el legado de los hermanos Amer: Toni, Joan y Sebastià. La cuarta generación ya es una realidad con Joana como socia. En el caso de Sebas, su hijo Sebastià tendrá que coger el relevo. Y por parte de Joan Sebastià, encontramos a Elisabet. Que, en su momento, tendrá que elegir qué camino quiere seguir.