Un millar de personas clama en Palma por la memoria democrática: "El PP se vende a la ultraderecha si deroga la Ley"
La Plataforma per a la Memòria anuncia que habrá más concentraciones y no descarta recurrir a la Justicia
Palma
En torno a un millar de personas han salido a la calle en Palma en protesta por la inminente derogación de la Ley de Memòria Democràtica en Baleares. Maria Antònia Oliver, presidenta de la Plataforma per a la Memòria, ha insistido en que eliminarla supone la pérdida de derechos que tienen detrás una larga lucha.
Achaca al Partido Popular aceptar esta condición que Vox le puso encima de la mesa para permitir la investidura de Marga Prohens como presidenta del Govern. Se trata de una medida que los populares no llevaban en su programa electoral de las elecciones autonómicas de hace un año.
"¿Qué pasará con la simbología franquista que se tiene que retirar? ¿No se retirará? ¿Qué pasará, no sé, con los archivos? ¿No podremos entrar en los archivos a ver la documentación?", se ha preguntado. "Tenemos que salir a la calle a defender una Ley que tenemos y que el PP quiere derogar. Se ha vendido a la extrema derecha para derogar derechos a la ciudadanía", ha criticado.
Sí se mantiene la Ley de Fosas; sin embargo, Oliver ha lamentado que "no se está llevando a cabo ninguna exhumación en este último año"."No sabemos exactamente qué trabajo se está haciendo porque no lo comunican", ha explicado, agregando que "si se hace, se hace a escondidas".
Respecto a futuras movilizaciones, ha confirmado que se seguirá trabajando en conjunto a otras de las asociaciones presentes este domingo para poder repetirlas y no descartan recurrir a la Justicia. "Asociaciones defensoras de la lengua o de los derechos LGTBI, por ejemplo, que también fueron víctimas de la represión franquista", ha incidido.
Gran presencia de familiares de víctimas
Miquel Rosselló es otro de los portavoces de Memòria de Mallorca y ha explicado que “antes de que den más pasos, ya hemos avisado a la sociedad de que se prepare, porque si quieren cambiar la Ley, nos encontrarán”. Ha recordado, además, la represión que se sufrió durante el franquismo, con experiencia propia: "Me cogió la policía política, me torturaron, me condenaron, estuve en la cárcel... Todo ello, con 20 años. Es que no recuerdo ni lo que estaría pidiendo".
A este acto han asistido también familiares de represaliados, que llevaban colgadas al cuello fotos de las víctimas. Es el caso de Apolonia Miralles, nieta de un asesinado por la represión franquista, Josep Miralles. “Mi abuela, cuando lo contaba, aunque hubieran pasado 40 años, lloraba y lo revivía todo con mucha indignación”, ha recordado.
Otra de las familiares de represaliadas es Susi Balaguer, que cuenta la historia de su tío. “Mi tío era sindicalista, de la CNT, y fueron a su casa, lo secuestraron y se lo llevaron a prisión”. Pasó por diferentes prisiones como la del Castell de Bellver, Illetes, Ca’n Mir o els Caputxins. “Como tantas otras personas, la familia de mi tío quedo rota, los niños sin padres, la madre sin trabajo…”, ha explicado Balaguer.
El abuelo de Joana Torrent era Pere Vallespir, que fue alcalde de Costitx hasta que la represión franquista lo asesinó cuando tenía 36 años y dos niñas pequeñas, que quedaron huérfanas. Gracias a una muestra de ADN de la madre de Torrent se pudo encontrar a Vallespir en la fosa del cementerio de Porreres. "Ahora podemos visitarlo porque sabemos dónde está, antes no sabíamos ni eso, y la Ley debe seguir adelante", ha subrayado.
Causas como la del pueblo palestino, también en Ses Estacions
Entre los asistentes también ha habido quien ha querido recordar el dolor del pueblo palestino por parte de Israel, tachándolo de "genocidio" y relacionándolo como otra vulneración de los derechos humanos. “Lo que estamos viendo en directo con lo que pasa con el pueblo palestino no lo podemos tolerar”, ha explicado Evelin, asistente al acto, que portaba con ella una bandera de Palestina.
Ha habido lugar para más reivindicaciones, como por ejemplo, la de las madres de Plaza de Mayo, de Argentina. Paola, miembro de Resistencia en Baleares, una plataforma que defiende esta causa. “Creemos que estamos del lado de la memoria, del lado de la justicia y por eso nos sumamos al mismo grupo”.
A fin de cuentas, diferentes sectores de la sociedad se han juntado para declarar su rechazo a la aprobación de la derogación de la Ley de Memòria Democràtica. Es el caso de Gabriel, un asistente. “Yo como ciudadano de una democracia conquistada, veo una auténtica involución la derogación de una Ley que no hacía daño a nadie”.