"El edadismo es un pequeño veneno, parece inofensivo pero ser percibido como poco valioso afecta en las políticas y en la persona"

"El edadismo, o discriminación social por cuestión de edad, es un pequeño veneno, parece inofensivo, pero afecta incluso a la forma de hacer políticas sociales". Así lo asegura la investigadora Carmen Orte quien reclama que no se pierda la perspectiva de lograr una inclusión real de los más mayores. Orte ha dirigido el Anuario del Envejecimiento 2024, 22 artículos que también abordan la esperanza de vida, soledad no deseada y la brecha digital.

Aumentan las personas que superan la barrera de los 65 y 85 años, es una sociedad longeva que lo va a seguir siendo y por tanto se deben ir dando respuestas a temas que van aparejados como salud mental, alzhéimer, párkinson, suicidio o soledad... así lo señala la catedrática Carmen Orte quien reclama luchar contra los estigmas de la edad.

Señala Orte en Hoy por Hoy Mallorca, que aumentan los hogares unipersonales y de personas más mayores en un momento de clara brecha digital donde cada vez es más necesario estar conectado, como se ha demostrado incluso últimamente con la DANA de Valencia. Sin embargo, apunta la experta que, por lo mismo, no se puede saber qué cantidad de personas hay afectadas y en temas cotidianos como pedir una cita médica o problemas con la administración. Un tema que va más allá de lo digital y llega a las relaciones sociales.

A lo largo de los artículos del Anuario del Envejecimiento se aborda también la necesidad de recuperar las relaciones sociales y prevenir los problemas de soledad no deseada, en especial con los más mayores. Orte haciendo un símil con las cremas antiedad apunta a que la verdadera manera de mantenerse joven está en el ejercicio físico y actividades con otras personas, incluidos los nietos.

Habla la catedrática así del edadismo como un pequeño veneno, de como discriminar a quien tiene más edad, afecta personalmente y no tomar medidas políticas como está sucediendo también. Así destaca la importancia de tomar medidas y una verdadera formación de aquellos profesionales que trabajan con los más mayores, en el caso de residencias, no perder la perspectiva de que son personas que están viviendo allí y necesitan sus espacios. Valorar a los más mayores en definitiva.