Un informe destaca que los niveles de bacterias en la bahía de Sant Antoni son bajos
Señala que los valores observados no indican una situación crítica ni irreversible

Imagen de la Bahía / CAIB

Ibiza
Un informe encargado por el Govern balear ha confirmado que la Bahía de Sant Antoni está sometida a influencias naturales y humanas que afectan temporalmente a la calidad del agua, aunque los valores observados no indican una situación crítica ni irreversible.
En cuanto a la calidad microbiológica, los niveles de bacterias son en general bajos y cumplen la normativa, con pequeñas oscilaciones en zonas puntuales.
Así lo ha indicado la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua que destaca que el informe que ha sido elaborado por la Fundación Universitat-Empresa de Baleares junto al Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea).
El trabajo se ha centrado en la turbidez del agua y su calidad microbiológica, recogiendo datos recientes y consolidando información de distintas fuentes para conocer mejor la situación actual de este entorno costero.
En total, se han considerado decenas de series de datos, varias campañas in situ, más de 50 imágenes satelitales y múltiples capas de información ambiental y urbana. Todo ello ha permitido obtener una imagen precisa del comportamiento de la bahía, tanto en condiciones normales como tras episodios de lluvia o viento.
El análisis constata que la turbidez se incrementa con las lluvias intensas y la resuspensión del fondo, especialmente en la zona norte del puerto, aunque en condiciones normales se mantiene dentro de los niveles habituales para una bahía urbana.
Las concentraciones de nutrientes y fitoplancton se sitúan también dentro de los valores típicos del Mediterráneo, aunque se detectan aumentos esporádicos tras ciertos episodios que pueden dar lugar a pequeñas proliferaciones de algas.
Por su parte, las praderas submarinas, aunque fragmentadas en algunas zonas, mantienen una presencia relevante, especialmente en las áreas más profundas o menos alteradas.
El informe destaca que, a pesar de las presiones sobre el ecosistema, la situación actual permite trabajar con margen para preservar su valor ecológico y social.
Asimismo, propone medidas sencillas y alcanzables para evitar un deterioro mayor en el futuro. Entre las recomendaciones, Abaqua subraya el avanzado estado de tramitación del proyecto de renovación del sistema de saneamiento en alta de Sant Antoni, desde el núcleo urbano hasta la depuradora, actualmente en fase final de autorizaciones. También la futura instalación de una Estación de Regeneración de Aguas en Ses Païsses.
Ambos proyectos cuentan con financiación aprobada en la última convocatoria del Impuesto de Turismo Sostenible de 2024.
Asimismo, se destaca la restauración operativa del emisario de Es Caló de S'Oli, finalizada en 2024, y la licitación actualmente en curso para su reparación estructural, que incluye la reposición de anclajes y la realineación del tramo situado a más de 34 metros de profundidad.