Sobre el desmontaje de la refinería
Sobre el desmontaje de la refinería
Santa Cruz de Tenerife
Cepsa dio comienzo ayer al desmontaje de su Refinería en Santa Cruz y lo hizo –simbólicamente- retirando uno de los tanques para la oxidación de mercaptanos, esa molécula que apesta a huevos podridos. Asistieron al acto, que supone devolver a la ciudad medio millón de metros cuadrados de terreno, el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, la ministra de Transición Ecológica y los principales dirigentes locales: el presidente Torres, el alcalde Bermúdez y Pedro Martín, en representación del Cabildo de Tenerife. Se coló en la presentación la ex alcaldesa Patricia Hernández, que logró sentarse en la guagua en el sitio reservado para el viceconsejero de la Presidencia, Antonio Olivera y meterse en el acto. El asunto, de nula trascendencia práctica, estuvo a punto de provocar un incidente protocolario, pero al final, no corrió la sangre.
La compañía, que construirá en Granadilla una terminal de almacenamiento y distribución de combustibles capaz de almacenar 125.000 metros cúbicos, no se retira de Santa Cruz porque sí. Lo hace porque el refino de petróleo es irrentable en Canarias, y por eso –sin renuncia del suministro, que se gestionará sin refino- Cepsa ha optado por negociar un proyecto de regeneración de los espacios hoy ocupados por sus instalaciones, que destina más de medio millón de metros cuadrados a usos públicos. El desmantelamiento de la refinería abre la última zona de expansión de Santa Cruz en su litoral y además implica –aquí nada es gratis- el compromiso de recalificar en los próximos años casi doscientos mil metros cuadrados de suelo industrial para convertirlo en edificable. Se trata de la mayor recalificación realizada en la capital tinerfeña, que aportará a Cepsa plusvalías y beneficios multimillonarios. Vigilar que exista equilibrio entre lo que se promete a los vecinos y los beneficios que obtendrá Cepsa, es también la obligación de quienes ayer sonreían durante la presentación. Y –por supuesto- de la actual oposición municipal, que fue muy crítica con el proyecto hace cuatro años. Seguro que Patricia Hernández se coló en el acto para poder vigilar mejor.