¿Pagarías por subir al Roque Nublo?
Tras elaborar un informe preliminar para detectar las deficiencias y posibles mejoras en la gestión del Parque Rural del Nublo, en la cumbre de Gran Canaria, el Cabildo no descarta limitar el número de visitantes diarios y el acceso a los vehículos privados a este espacio, además de establecer el pago de una 'tasa verde' a los turistas para garantizar una experiencia tranquila y guiada, que ponga en valor un entorno único en el mundo, explicó en la SER el director insular de Medio Ambiente, Manuel Amador
El entorno del Roque Nublo está saturado de visitantes. Aproximadamente, entre 1.000 y 1.500 personas llegan cada día hasta la base del monumento natural por excelencia de la isla de Gran Canaria. Con especial incidencia los fines de semana y en la temporada alta turística, cuando foráneos y locales coinciden y atestan de vehículos mal estacionados los márgenes de la carretera GC-600, en la zona de la Degollada de la Goleta, y el sendero de acceso luce ocupado por un interminable reguero de personas.
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En conjunto, la estampa de masificación, ruido y basura dista mucho del entorno idílico y tranquilo propio de un espacio natural de tan alto valor ecológico; por lo que el Cabildo de Gran Canaria, tras realizar un informe preliminar para detectar las deficiencias y posibles mejoras en la gestión del Parque Rural del Nublo, no descarta limitar el número de visitantes y el acceso a los vehículos privados, además de establecer el pago de una 'tasa verde' a los turistas para garantizar una experiencia tranquila y guiada que ponga en valor un entorno único en el mundo, tal y como explicó en la SER el director insular de Medio Ambiente, Manuel Amador.
Puedes escuchar la entrevista íntegra en el siguiente podcast:
Manuel Amador: "Ahora mismo hay entre 1.500 y 2.000 visitantes al día al Roque Nublo. son demasiados"
"No queremos cobrar, solo queremos que la gente quede satisfecha con la visita al Nublo y a todos los enclaves naturales de la isla", defendió Manuel Amador, director de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, quien subrayó que "queremos que se vayan pensando que han visto un lugar único y habiendo disfrutado del espacio y de la gente, con un guía que les vaya explicando los valores geológicos, botánicos, ecológicos, arqueológicos y las tradiciones culturales de la población", con rutas de transporte público que podrían partir desde Tejeda, Artenara o Ayacata, puso de ejemplo, y generar al mismo tiempo una economía local que en la actualidad es muy residual.
Por este motivo, explicó Amador, "tenemos que buscar herramientas que generen esa percepción agradable que ahora no se da y una opción que valoramos es restringir o regular el uso y accesos al Nublo, pues el actual Plan de Uso y Gestión no es suficiente". En este sentido, el director afirmó que "me conformaría con reducir la afluencia de visitantes a la mitad" de las cifras actuales. Los técnicos de la Corporación insular también estudian prohibir los aparcamientos en doble fila y en los arcenes de la carretera, dificultar el aparcamiento privado para incentivar el uso de transporte público y habilitar marquesinas en diferentes puntos, aptas para la temporada de sol y lluvias, para lo que se requiere de la coordinación de diferentes administraciones públicas y de la Guardia Civil de tráfico.
En cualquier caso, Manuel Amador aseveró que "la población canaria nunca va a ser gravada con este pago, la idea es que, si hubiera que cobrar algo, sería solo a los turistas" pues es un territorio propio de los grancanarios "y lo pueden disfrutar siempre". En este sentido, el director insular cree que "explicándoselo bien a la población no solo lo van a entender sino que lo van a agradecer y van a ser los beneficiados, pues las molestias y masificación no nos gusta a los canarios ni a los turistas". En todo caso, "es una de las posibilidades, pero la última opción que valoramos y sería con un servicio adicional como un guía", subrayó.
Por otro lado, el responsable técnico de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria se refirió también al futuro Parque Nacional de Guguy, del que adelantó que "las percepciones que tenemos del Ministerio son muy positivas, ven muy interesante la propuesta, que en octubre estará muy avanzada, y nos han dicho que tiene todos los visos de ser una realidad en el futuro". Si bien Manuel Amador detalló que "estamos intentando acortar los plazos, pero puede conllevar un tiempo, teniendo en cuenta que los dos últimos parques creados, el de la Sierra de Guadarrama -Madrid- y de la Sierra de las Nieves -Andalucía- conllevaron 4 y 10 años de trabajo respectivamente". En cualquier caso, afirmó, contar con un parque nacional "supondría un recurso medioambiental increíble porque fijaríamos una vigilancia permanente, podríamos desarrollar campañas de educación, dotarlo de personal y es un atractivo turístico más para Gran Canaria", con una importante representación de tabaibal, cardonal, vegetación basal y sebadales marinos.
Un parque nacional en el que, al menos por el momento, queda descartada la inclusión del Roque Nublo porque "ya hay otros parques con las bondades que hay en esa zona y lo que se busca con estas declaraciones es que los espacios aglutinen ecosistemas que no estén en otros lugares", explicó Amador, y los pinares del Nublo ya está representados, por ejemplo, en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, en la isla de La Palma, "pero el tabaibal y cardonal no, y ese es nuestro activo, además que en Guguy hay muy poca población afectada". En este sentido, "un parque nacional permite que la gente lo visite, lo conozca y lo disfrute, nos pone en el mapa internacional, mientras que la Reserva Natural limita más las actividades".
Por último, el técnico insular lamentó que, pese a haber aumentado la cantidad y calidad de masa forestal de pinar y laurisilva en los últimos años -de un 1% a un 5% en esta segunda tipología de vegetación- en líneas generales, el estado de salud del Medio Ambiente en Gran Canaria "no es bueno" pues "el cambio climático no colabora, con las sequías, y hay mucho combustible en los terrenos, además del abandono del medio rural, lo que actúa como un efecto dominó" y supone un mayor riesgo de incendios forestales de cara al recién comenzado verano. Por ello, Manuel Amador valoró que se están acometiendo acciones para mejorar la situación ambiental de la isla desde las administraciones públicas, como el desbroce de los árboles y arbustos, quemas prescritas y la dotación de medios y personal, pero "es fundamental la voluntad y responsabilidad individual para evitar que en pocos días se pierda el monte repoblado en tres décadas", concluyó.