El Teide, a vista de montañero
Un nuevo episodio de Crónicas Canarias en Hoy Por Hoy Tenerife dedicado a la perspectiva del Parque Nacional del Teide como montañero

Crónicas Canarias El Teide y su valor para los montañeros
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Santa Cruz de Tenerife
La afición a la montaña entre los canarios es larga. Desde hace décadas que la federación de montañeros de Tenerife se constituyó para promocionar los valores de conservación del medio natural y los valores geológicos de espacios como el Parque Nacional del Teide, que reune características que hacen de este espacio un lugar particular en el mundo que permite conocer y aprender cómo desenvolverse en otros espacios de gran altitud y con dificultades similares. De hecho, está a punto de cumplir setenta y cinco años. Así al menos está convencido el montañero y portavoz de la Federación de Montañeros de España en Canarias, Pedro Millán, un completo enamorado del Parque Nacional del Estado más visitado de todo el país.
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"La única alta montaña que tenemos en Canarias es El Teide. En los sesenta había muy poca tradición deportiva en la naturaleza. Entonces, eran muy pocas las personas que se animaban a subir sus paredes rocosas y en los entornos nevados" dice el también geógrafo, ambientalistas y divulgador. "Una de las personas más improtantes fue Cesario Tejedor, padre de la exrectora de la UNiversidad de La Laguna, Marisa Tejedor, que falleció en 1969 escalando la vertiente norte del Teide", recuerda el también director del Aula universitaria de turismo cultural. "Siempre ha habido una tradición de subir durante los inviernos, pero, por desgracia, se han registrado otras dos muertes".
A pesar del interés consolidado del último siglo por explorar El Teide, la historia de la alta montaña en Canarias empezó dos siglos antes. Desde el siglo dieciocho ya se tiene constancia del ascenso al pico de montañeros que, de camino hacia El Himalaya o Los Andes, "tienen claro que El Teide es una parada seductora que tienen que hacer sí o sí", relata Millán. "También hubo una segunda oleada, la de los turista, que desde el siglo XIX ya ofrecían paquetes turísticos con ascenso al actual Parque Nacional del Teide con estancia en el Valle de La Orotava".
La creación del refugio de Altavista, desde 1856
Graham Toler fue el financiador del embrión de refugio de Altavista con el objetivo de "subir con cierto grado de comodidad", como entonces se planteaba en Los Alpes. Lo financia de su bolsillo , recuerda Millán, con la colaboración del ayuntamiento de La Orotava al que fue cedido después de treinta años. "La mayoría de los refugios de España cerraron durante la pandemia; El Teide no ha reabierto". De hecho, el histórico refugio de El Teide está cerrado de manera definitiva hasta que se renueve la concesión.




