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Blas Cabrera: el sabio universal regresa a casa y vence al olvido

Los restos del insigne físico, ya reposan en el cementerio de La Laguna tras 81 años de exilio

Ceremonia de inhumación de los restos de Blas Acosta en La Laguna.

Ceremonia de inhumación de los restos de Blas Acosta en La Laguna.

Santa Cruz de Tenerife

El 22 de febrero de 1923, Blas Cabrera y Felipe se encontraba preso de los nervios. Para el físico canario, nacido en Arrecife en 1878, era uno de los días mas importantes de su vida y de la historia de la Ciencia española. Aunque Ciencia y España eran un oxímoron en el inicio de una década de los años 20 marcado por el Desastre de Annual, un alto índice de analfabetismo y el ruido de sables siempre presente. De hecho tan solo unos meses después se produciría uno de los dos golpes de Estado que vivió en insigne científico canario, el de Primo de Rivera. Al primero sobreviviría, al segundo, el del General Franco, no. Pero en aquel mes de febrero de 1923, en la estación de tren de Barcelona estaba prevista la llegada de Albert Einstein, invitado por el propio Blas Cabrera para dar a conocer la Teoría de la Relatividad Especial y a aquel hombre excéntrico que cambiaria el mundo para siempre. El tren llegó a su hora a la estación condal pero sin el insigne científico alemán. Poco después, Blas Cabrera conocería que Einstein se había adelantado y ya se encontraba alojado en una humilde pensión barcelonesa. Blas Cabrera lo realojó a él y a su mujer en el hotel Ritz y aquella visita quedó para la historia.

Tras aquella visita, Blas Cabrera fue invitado al Congreso Solvay en donde se dieron cita en Bruselas, las mente más brillantes de la historia contemporánea. La carera de Blas Cabrera fue meteórica, con la llegada de la Segunda Republica: rector de la Universidad Central de Madrid,, miembro de la Academia de las Ciencias Francesa, fundador del Instituto Nacional de Física y Química, entre otros muchos logros. El golpe de Estado del general Franco acabó con Blas Cabrera en el exilio en México, como tanto otros intelectuales españoles. El mayor científico del silgo XX junto con Ramón y Cajal y Severo Ochoa, moriría en México en 1945.

Emotiva ceremonia

Después de 81 años, Blas Cabrera y Felipe descansa en el municipio en donde estudió el bachillerato y desde el que dio el salto a Madrid para convertirse en la eminencia que fue. a instancias del Ayuntamiento de La laguna y con la colaboración del Consulado de México, los restos mortales del físico fueron depositados en una tumba en el cementerio de San Luís de la Ciudad de los Adelantados. En la ceremonia estaba presente Luís, su nieto, también físico quien se encontraba muy emocionado: "Son 77 años desde que murió y muchos entre Francia y México de exilio y poderlo tenerlo de vuelta para la familia es muy emotivo y también por la acogida que hemos tenido". Por su parte, el alcalde lagunero, Luis Yeray Gutiérrez, resaltó la importancia del acto al ser "un día histórico para La Laguna el acoger al físico más importante de nuestro país y que hoy gracias al Consulado y la Universidad de La Laguna hemos hecho posible que haya regresado junto con las cenizas de su esposa que también reposan aquí". La pieza clave para su vuelta fue el papel jugado por la Cónsul honoraria de México en Canarias, María Ángeles Baca Herrejón quien tuvo unas palabras para la familia de Blas Cabrera: "México lo cuidó por 85 años y México lo devuelve a su tierra para nosotros es un honor regresarlo a su hogar".

 
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