Sobre el hundimiento de la renta per cápita en Canarias
El Enfoque de Francisco Pomares
El Enfoque de Francisco Pomares: Sobre el hundimiento de la renta per cápita en Canaria
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Santa Cruz de Tenerife
Hasta hace unos años, cuando se hablaba del diferencial canario con la península, uno se refería a las ventajas de carácter fiscal incorporadas al REF para suavizar en la medida de lo posible las disfunciones estructurales de la economía canaria, fruto de la distancia de los centros productivos y la fragmentación territorial, pero también de un subdesarrollo que no es sólo consecuencia de los factores geográficos y climáticos, sino también de la desidia histórica de unas élites acostumbradas a vivir del presupuesto. En Canarias podíamos presumir de la existencia de un diferencial –fruto de la solidaridad nacional- con una de sus economías más pobres. Pero hoy, hablar del diferencial canario es hablar de las diferencias que nos separan del resto del país en riqueza, es hablar de falta de productividad de nuestra economía, hablar de desempleo…
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Un reciente informe asegura que en el año 2000, el PIB per cápita isleño se situaba a sólo dos puntos porcentuales del PIB per cápita medio español. En 2019, la diferencia entre la renta media de un canario y la renta media del conjunto de los españoles era diez veces más alta: la canaria había caído 20 puntos porcentuales, demostrando que a la brecha existente en las islas entre los más ricos y los más pobres se une también una creciente divergencia entre la renta media canaria y la española. O dicho más claro: que los ciudadanos de las islas son cada año que pasa más pobres que el conjunto de los ciudadanos españoles.
Frente a eso, y en medio de la que probablemente acabe siendo la crisis económica y social más grave desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, con Canarias instalada en los peores índices del país, el Gobierno español no acaba de creerse que esta región necesita un tratamiento especial. En los últimos tres años, se han caracterizado por un creciente desprecio a la sociedad de las islas y sus derechos históricos. Andan instalados en un permanente regateo del REF, mientras el Gobierno regional no abre el pico para quejarse de la diferencia de trato a Canarias en cuestiones como las subvenciones al transporte público de cercanías, la inversión en infraestructuras, las dotaciones para hacer frente al problema migratorio, o la ridícula y miserable rebaja en el plan de choque contra la pobreza. Y ahora empieza la negociación de unos presupuestos en los que –con Nueva Canarias fuera del Congreso- las dos diputadas de Coalición pueden resultar claves. Ahora veremos las negociaciones de corto recorrido, las enmiendas por unas perrillas y el mercadeo parlamentario.
En realidad, lo que hace falta es explicar al país que una de sus regiones –‘islas afortunadas’ en el imaginario nacional- avanza en dirección al hundimiento, la pobreza y el subdesarrollo, y eso ocurre mientras el Gobierno niega el REF y riega impúdicamente las economías de regiones mucho más ricas.