Cáritas, sobre los presupuestos en Canarias: "No priorizan la erradicación de la pobreza de las islas"

Las Palmas de Gran Canaria

Eugenia Rocha ha visto desde hace más de quince años cómo una parte de la población necesita de Cáritas para poder sobrevivir. "Hay personas que llegan sin DNI, sin un lugar para recibir atención médica y, poco a poco, empiezan a normalizar sus vidas". Esta es la realidad que durante décadas los comedores de los centros de Cáritas en el Archipiélago viven a diario, aunque su "día a día es bastante normal".

"Somos más de 80 voluntarios en los cuatro comedores de Cáritas de la isla de Gran Canaria", recuerda Eugenia. "Ofrecemos 120 plazas alojativas y 350 comidas al día que se suele desarrollar sin incidentes". De hecho, asegura que lo normal es que "la persona que acude al comedor agradezca tener un lugar al que ir, ser recibido con cariño y dedicación, que es lo que ofrecemos los voluntarios que trabajamos en estos centros".

La mayoría de las personas que pasan por el Servicio de Vivienda de Cáritas son hombres sin recursos. En concreto, según los cálculos de la organización humanitaria, un 88 por ciento por ciento tienen entre 30 y 50 años, son extracomunitarios y, habitualmente, presentan algunos problemas de adicciones o patologías de salud mental.

A pesar de los esfuerzos, los recursos para este colectivo son limitados. En la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, a pesar de existir otros comedores, solo en los de Cáritas "el servicio de alimentación e higiene se complementa con un acompañamiento profesional para mejorar su calidad de vida"

Los presupuestos "no están pensados para las personas vulnerables"

El presidente de Cáritas Diocesana en la provincia de Las Palmas, Gonzalo Marrero, considera que los presupuestos de la comunidad autónoma de Canarias para 2023 repiten el esquema de los anteriores y no tratan de erradicar la pobreza sino de paliar sus efectos.

Su máximo responsable en la provincia oriental no entra a valorar cuáles son las causas que hacen que la pobreza de las islas sea estructural y que colocan a Canarias a la cola junto a Andalucía y Extremadura. "Creo que los colectivos vunlerables no están en la agenda política ni del Estado ni de Canarias", reconoce Marrero durante una entrevista en SER Las Palmas. "Es un sector de población que, mayoritariamente, no vota. Hemos notado cómo ha aumentado drásticamente las ayudas que damos a familias para la compra de medicamentos para familias vulnerables".

Para Marrero, los argumentarios políticos han desarrollado el concepto de "ayuda pública" cuando, en realidad, de lo que se trata es de defender derechos como la educación o la sanidad gratuita que "no están garantizados".

Al contrario de los usuarios habituales del servicio de alojamiento de Cáritas, en el caso de las ayudas generales son las mujeres, de unos cuarenta años, sin empleo y con dos hijos a su cargo, quienes preferentemente utilizan los servicios de la organización humanitaria. Aunque, eso sí, la crisis económica ha atraído hasta sus puertas a otros perfiles que, hasta ahora, no se consideraban vulnerables.

"Encontramos a personas nuevas que son parejas con dos menores que, antes de la crisis trabajaban en la economía sumergida y podían mantener un alquiler, pagar el coche y asumir los gastos familiares. Al venir la crisis, se quedaron sin empleo", advierte Marrero quien además suma todos aquellos que "no pueden cubrir sus gastos básicos".