Sociedad

Pagar por aparcar en las ciudades: la clave para acabar con las colas en las autopistas de Canarias

Con una entrada diaria de casi 50.000 vehículos, Santa Cruz es de las pocas capitales de provincia de España en las que es gratis aparcar en la calle. Los expertos advierten de que esto tiene que cambiar para alcanzar el objetivo de emisiones cero en los centros de las grandes urbes

COLAS TF5 / AGENCIA

Santa Cruz de Tenerife

Los problemas de movilidad en el Archipiélago atascan completamente las carreteras sobre todo a primera hora y el incremento de las bonificaciones del transporte público no parece que sea la panacea para evitarlo. Al menos, no son el único elemento que se debe tener en cuenta para desatascar las vías isleñas. Es importante pero no basta por sí solo. En la elección de los desplazamientos intervienen tres variables, como explica el presidente de la Fundación de Ingeniería y Arquitectura Bethencourt y Molina, Rufino García.

Se trata de la velocidad, la comodidad y el coste. Con las subvenciones, se actúa sobre este último elemento. Pero “mientras las guaguas sigan atrapadas en el mismo colapso”, no se ahorrará tiempo y seguirá pesando más la comodidad del vehículo privado”, advierte el experto.

En este sentido, hay que recordar que los responsables de los cabildos han reconocido un problema de sobrecarga en las guaguas que hace que una cantidad considerable de usuarios tengan que ir de pie incluso en trayectos de cierta duración. Todo ello, lógicamente, juega en contra de la comodidad. Y la medida de la gratuidad, previsiblemente, agravará la situación si no se aumenta la flota.

Útil para los traslados urbanos

De esta forma, el experto prevé que será útil en las líneas urbanas y el tranvía, pero no en las insulares. Sin embargo, sí que es un buen momento para adoptar otras medidas, como actuar sobre el aparcamiento en destino. Rufino Acosta asegura que este es uno de los aspectos que más incidirían en rebajar la presión sobre las vías interurbanas de nuestras islas. En concreto, asegura que Santa Cruz es el perfecto ejemplo: “Entran cada día unos 50.000 vehículos y como es casi la única capital de provincia que no gestiona un cobro por aparcar en los espacios públicos, todo el mundo llega y aparca gratis en la calle”.

"Aparcar en la calle no puede ser gratis; es un espacio público"

"Aparcar en la calle no puede ser gratis; es un espacio público"

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Esta especie de ‘barra libre’ de aparcamientos, a pesar de lo que supone en tiempo gastado en encontrar dónde estacionar, es un factor relevante a la hora de que quienes viven en otros municipios pero trabajan en las capitales continúen optando por el coche a la hora de desplazarse.

El presidente de la Fundación Bethencourt y Molina apunta además que debería tenerse especialmente en cuenta porque las grandes ciudades deben irse preparando para la obligación legal de garantizar el objetivo de cero emisiones en el centro de las urbes. Una acción que implicaría, por ejemplo, la instalación de aparcamientos en el exterior de los núcleos urbanos desde los que guaguas lanzadera acercasen a los usuarios a los cascos comerciales y administrativos.

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García destaca que en lo tocante a la movilidad, conocemos los síntomas, los efectos y las consecuencias, pero no las causas. En su opinión, el principal es el desequilibrio que se produce entre la demanda de medios de desplazamiento por parte de los habitantes de las islas y la oferta de vías. Advierte de que es un problema que viene de antiguo, desde los años 90. Además, matiza que las carreteras que deberían aliviar el sistema de autopistas sirven de poco porque su trazado y planificación data de finales del XIX.

 
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