'Los padres creen que los mentirosos somos nosotros': los profesores canarios, hartos

Canarias

Debería ser una de las profesiones más reconocidas por el arduo esfuerzo que tienen que hacer los que a ella se dedican. Existen docentes desde el principio de los tiempos. Siempre hemos querido dejar en nuestros libros y en nuestra memoria las enseñanzas de quienes nos precedieron. Un digno trabajo de años y, actualmente, poco reconocido.

Es lo que denuncian los profesores de Canarias tras la llegada de la era digital. Las nuevas tecnologías y la globalización han hecho de lo local algo de otra época. Lo 'cercano' es un concepto difuso, algo intangible por el uso de Twitter o Facebook. Las relaciones, podríamos decir, se han convertido en un reflejo de la sociedad de la pereza y el descuido.

'Hoy en día, vivimos en una época de superficialidad y la imagen', afirma una de las profesoras con las que hemos hablado. 'El conocimiento y la razón ya no forman parte de lo cotidiano', añade. Dice otra de ellas: 'la toxicidad de las redes en las que se desenvuelven, hacen que estén en un ambiente en el que se insulta y hacen lo que les da la gana y se permite'. Y en ese contexto, 'las familias están cada vez más desestructuradas. Las personas no se hablan entre ellas -los padres, en este caso-, y los niños cada vez vienen con más consecuencias derivadas de esa inestabilidad'.

En ese marco complejo de -quizá- pérdida de valores de comunicación y respeto, están los profesores, que se deben desenvolver como puedan entre los avances de una sociedad que cada vez se mueve más rápido y es más impía con los cambios del entorno.

'Hemos enseñado a nuestros hijos e hijas a que, cuando les ocurre algo, estamos ahí para todo. De ahí que, cuando se encuentran con un pequeño error o fracaso, no saben gestionarlo', explica otra de las docentes de las islas. 'Cada vez son niños más maleducados, y lo peor es que se cuestiona al profesor. Desanima, y es difícil trabajar con un ánimo tan bajo', cuenta otra de las entrevistadas.

'Hasta que no vas por la vía del castigo, no se dan cuenta de lo que pueden estar cometiendo. Pero hace falta decirlo, llegar a ese nivel', lamenta un docente. 'Estoy asistiendo a un declive imparable de la sociedad. Soy profesora desde hace más de treinta años. Y no he visto nada como lo que está ocurriendo ahora. Literalmente, los padres dicen: 'es que ellos no mienten'. Por lo que te están diciendo que el que miente es el profesor. Te cuestionan tu autoridad hasta ese punto', cuenta una veterana maestra. 'Y pasa desde los cursos más pequeños'.

Todo ello no incide en la salud mental de los pequeños, que 'cada vez vienen con más ataques de ansiedad', sino en la de los docentes. Vivir en la era de los grupos de Whatsapp de padres, 'en los que se unen para enfrentarse al docente', es complicado para aquellos que escogieron la docencia, la profesión que puede hacer libres a quienes deciden dejarse guiar por la enseñanza. Y es algo testificado a través de un informe del Defensor del Profesor al que ha tenido acceso el sindicato ANPE Canarias.

'Los mentirosos, a ojos de los padres, somos los profesionales'

141 profesores se pusieron en contacto con el servicio que pone a disposición esta figura, durante el curso 2021/2022. Crece la conflictividad, ya que el año anterior fueron 130 los que denunciaron algún tipo de problema en las aulas. Un aumento que puede deberse, principalmente y según el portavoz del sindicato, Pedro Crespo, 'a la subida de las ratios por la eliminación de restricciones tras la peor etapa de la pandemia por COVID-19'.

Destacan llamativamente las agresiones entre alumnos y contra profesores- 16 golpes físicos contra docentes por parte de alumnos-, las amenazas o faltas de respeto, las denuncias sin fundamento o falsas. Según las conclusiones del informe, cada vez más docentes precisan de terapia psicológica al padecer ansiedad o depresión por los problemas que se encuentran en el aula. Casi el 85% de los profesores encuestados sufrieron algún tipo de enfermedad mental o cuadro depresivo en el último curso, frente al 59% del curso pasado.

'Estamos en la sociedad de la imagen. El respeto al conocimiento y al razonar se han ido perdiendo'

Todo ello, teniendo en cuenta que los maestros se han tenido que enfrentar a numerosas leyes educativas, con todo lo que conlleva a nivel de preparación y modificación de competencias. 'Debería haber unidad política, de todos los partidos, para hacer una ley educativa común que promueva una educación de calidad, y que ponga las herramientas al servicio de los docentes para hacer que eso se cumpla', reivindica otro de los profesores entrevistados por la Cadena SER en Canarias.

Sea cual fuere el motivo, que podrían ser bastantes si tenemos en cuenta los distintos factores mencionados, lo cierto es que se devalúa nuestro principal baluarte del conocimiento y la evolución de una sociedad que se auto-llama civilizada, pero que difícilmente lo demuestra si amenaza a quienes le enseñan el progreso y la enseñanza.

No se debe generalizar, como en cualquier otro aspecto, pero realmente se aprecia un descontento colectivo en los educadores. El debate está abierto. Pero es urgente.