Si no se siente como propio, no se cuida: el problema de la basura en Lanzarote

Lanzarote

Entre los ocho reconocimientos que ha otorgado en 2022 la Red Española de Reservas de la Biosfera a organizaciones de todo el territorio nacional, una de ellas ha sido para la Asociación Custodia del Territorio Papacría, en la categoría de Fomento de la Investigación y la Educación.

Para el coordinador de Papacría, José Goñi, este reconocimiento supone un respaldo a los proyectos que vienen desarrollando desde hace 16 años (Papacría fue fundada en 2007) con el foco en la erradicación de la basura de los entornos públicos y el territorio, una tarea en la que la participación ciudadana es clave.

Para el coordinador de la asociación, se trata sobre todo de "un problema de participación ciudadana. Al ciudadano no se le pregunta cuando van a poner farolas en su calle, cuando van a arreglar un jardín, o cuando van a arreglar algo, no se le pregunta. El ciudadano va interiorizando una falta de afección hacia los espacios públicos, los utiliza como eso simplemente, como unos objetos que ya vendrán a limpiarlos".

Es por ello, explica, que "nosotros intentamos participar en procesos, por ejemplo aquí en Caleta de Famara, o con la coordinadora Alcogida, intentar juntarnos con otros colectivos", uniéndolo a los distintos proyectos que desarrolla el colectivo como ConCienciArte, Basuraleza, y las charlas en los centros educativos, de las que después se obtienen propuestas y líneas de actuación concretas".

Reflexiona que "el problema de la participación ciudadana y no encontrar esos espacios públicos como suyos, en parte es problema del ciudadano, que no participa en colectivos y comunidades, pero también es un problema y es responsabilidad de la Administración, que no facilita estos procesos, o no los atiende cuando están ocurriendo, cuando es la obligación de la Administración el atender estos procesos".

Ya en 2022 desde Papacría lograron a través de un proyecto emanado de las charlas en centros educativos la retirada de papeleras en el entorno protegido de Famara donde el viento esparcía la basura por la costa, en este 2023 esperan poder acabar con la basura que se genera en las fiestas populares. Un proyecto que se presentará justo antes de que éstas comiencen en verano, coincidiendo con el fin de curso escolar.