"No podemos pagar huevos, ni leche, ni verduras ni fruta": la voz de alerta de los bancos de alimentos en Canarias
La Asociación Kairós avisa de que lo peor está por llegar, porque a partir de marzo ni siquiera saben si tendrán existencias de arroz, pasta y galletas
"Lo peor está todavía por llegar"
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Santa Cruz de Tenerife
La situación comienza a ser agónica. Los bancos de alimentos y ONG que ayudan en el Archipiélago a las familias que más lo necesitan se quedan sin recursos. Las donaciones particulares han caído en un 90 por ciento y cada vez son más los productos los que faltan. Han llegado a un punto en el que ya no pueden pagar alimentos frescos para entregar a las familias. Las cargas leche que aportaba Europa se han terminado y ya saben seguro que no les van a llegar más.
A las voces que han venido denunciando las carencias que empezaban a notar (entre ellas el presidente de la Federación de Bancos de Alimentos) se suma la de Benjamín Barba, portavoz de la Asociación Kairós. Asegura que sin duda están viviendo el peor momento desde que empezaron su actividad. Atienden mensualmente a unas 1.000 personas, a las que entregan un total aproximado de 8.000 litros de leche. La semana pasada entregaron las últimas existencias que les llegaron del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) financiadas por la Unión Europea y saben que ese programa ya se ha terminado. Con una donación de un centro educativo tinerfeño han comprado un poco más que entregarán la semana próxima. A partir de ahí, no habrá más leche para las familias a las que ayudan. La razón es que desde los 55 céntimos que pagaban por litro a principios del año pasado, han pasado a pagar 85 este enero; y eso teniendo en cuenta que les hacen un precio especial por ser una asociación solidaria sin ánimo de lucro.
Pero no es la leche el único problema. "Ayer mismo avisamos a la empresa que nos suministraba los huevos de que tenemos que suspender los pedidos porque no podemos pagarlos", señala Barba. Son 720 docenas mensuales que dejarán de recibir las 1.000 personas a las que ayudan. Lo mismo sucede con la fruta y la verdura. Los 1.200 kilos al mes que compraban ya son historia. Debido a la inflación, están fuera de su alcance.
Esta situación les preocupa especialmente porque son conscientes de que la falta de alimentos que aporten proteínas y vitaminas traerá consigo que se increnmente la tasa de enfermedades como la diabetes, la obesidad o el colesterol; un problema de salud que ya es bastante grave en el caso de Canarias, especialmente en el caso de la población infantil.
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Sin embargo, Barba advierte de que lo peor aún está por llegar. Desde el Banco de Alimentos estatal ya les han avisado de que no van a poder seguir suministrándoles ni leche ni aceite. Y únicamente hasta marzo tienen la seguridad de que, al menos, van a contar con arroz, pasta y galletas. A partir de ahí, ni siquiera saben qué productos van a tener disponibles para poder entregar a las familias. Un panorama particularmente alarmante si se tiene en cuenta un dato que aporta el portavoz de Kairós: "El año pasado, el 60% de las familias que vienen ha buscar alimentos ha acudido todos los meses, un porcentaje mucho mayor que en años anteriores".