Tres resistentes

Las Palmas de Gran Canaria

Antonio Junco Toral, su hija María del Carmen Junco y su bisnieto Miguel Planas son tres personas que les una algo más importante que la sangre, les une su capacidad de resistencia ante las adversidades. Es una historia de la resistencia que transcurre entre dos siglos. Antonio Junco Toral fue un intelectual y periodista de izquierdas que sufrió la represión franquista, fue encarcelado al poco tiempo de triunfar el golpe de Estado de Franco, en marzo de 1937, después de pasar un tiempo en el hospital San Martín de la capital grancanaria donde se recuperó de las palizas que le habían propinado los falangistas. Estuvo en cárceles en Gran Canaria y también en la prisión de Fyffes, en Tenerife. Su mujer y sus hijos perdieron todo y tuvieron que emigrar a Venezuela.

Cuando salió de la cárcel Antonio empezó a escribir su historia, y leía los textos a sus hijas de 10 y 13 años, que lloraban mucho cuando conocían el calvario que sufrió su padre por la represión fascista. Era su forma de desahogarse, lo hacía de espaldas a su mujer, porque no quería incomodarla, ya que la familia de su esposa era de derechas. Antonio destruyó varias veces los textos por miedo a que los descubriera, pero al final dejó unos escondidos. Antonio Junco murió con apenas 55 años, las palizas que recibió en los centros de detención le afectaron a la circulación. Su historia acaba de publicarse por el cabildo de Gran Canaria, Antonio fue trabajador de la corporación insular, en el libro titulado ‘Héroes de chabola’.

El libro que es posible gracias a otra mujer resistente, María del Carmen Junco, hija de Antonio, que cada vez que venía de Venezuela preguntaba a sus familiares donde estaban los escritos de su padre. Hace 19 años María del Carmen se enteró que los textos los tenía un sobrino suyo que había emigrado a Alemania. Murió el sobrino y Maria Carmen logró recuperar los textos de su padre y los entregó al historiador Sergio Millares que se hizo cargo del libro que ya forma parte de la memoria histórica que muchos querían enterrar.

El bisnieto resistente

Miguel Planas no conoció a su bisabuelo Antonio Junco, pero la vida le ha llevado por unos derroteros que le han convertido en un resistente. Miguel es un joven que practicaba el parkour, ese deporte que consiste en desplazarse por una ciudad o en el campo dando salto entre distintas estructuras. Hace tres años, después de una década practicando el parkour, Miguel Planas dio un mal salto y sufrió una lesión en la columna que lo dejó parapléjico. Desde entonces vive en el Hospital Insular de Gran Canaria. Miguel quiere volver a casa, pero no tiene recursos para tener un hogar adaptado, las instituciones tampoco se lo pagan.

Pero Miguel no se resigna, y decidió luchar. Pidió en las redes sociales la solidaridad de artistas canarios, que respondieron de forma inmediata y realizaron un concierto y con esa recaudación puede empezar a hacerse una casa adaptada para Miguel.

La abuela de Miguel, María del Carmen Junco, declaraba hace unos días que el dinero que logre sacar en una próxima edición del libro “Héroes de chabola” también irá destinado para las obras de la casa de Miguel. El joven grancanario se define como una persona soñadora y emprendedora. Y está demostrando ser un resistente. Como resistió su bisabuelo a los franquistas, o su bisabuela que emigró a Venezuela y regresó y ahora con más de 90 años se dedicó a editar un libro para mantener la memoria de su padre. En estos tiempos de decepciones políticas que provocan resignación, hacen falta resistentes como Antonio Junco, María del Carmen Junco y Miguel Planas.

@juanglujan