"Espero hacerlo lo mejor posible y rescatar a todos los que podamos": de campeón del mundo a salvar migrantes en el mar

Santa Cruz de Tenerife

Eduardo Blasco, nadador de la selección española y actual campeón del mundo de Salvamento, acaba de abandonar su preparación profesional para enfrentarse al mayor reto de su carrera: participar en las batidas de rescate humanitario en el Mar Mediterráneo. A sus 28 años de edad, el natural de Fuerteventura, explica que, hasta ahora, le era "muy complicado" abandonar su carrera deportiva para dedicarse al rescate humanitario, pues es "incompatible con el rendimiento deportivo". Sin embargo, después de ganar Campeonato Mundial de Salvamento y Socorrismo en septiembre de 2022, "entendí que ya mis objetivos se habían cubierto, ya había logrado lo máximo del deporte". Fue entonces cuando decidió participar de manera activa en algo que, reconoce, le preocupa mucho y cataloga como "el mayor problema de Europa": la migración.

Tras obtener el oro en el mundial, recibió ofertas de diferentes ONG para participar en batidas de rescate como nadador profesional y no se lo pensó dos veces: "Cuando uno está concienciado con la humanidad, intenta echar una mano en todo lo posible". Y eso es lo que hará en los próximos meses cuando embarque camino del Mediterráneo para salvar todas las vidas posibles en alta mar. "Sé que hay muchas cosas duras que puede que lo sean aún más que las olas, como las presiones, abandonar mi trabajo para afrontar una situación tan complicada y, luego, evidentemente, lo que pueda ocurrir allí".

"Va a ser duro independientemente de si se complica o no", reconoce. El majorero es consciente de que se enfrenta a una situación extremadamente difícil, "sobre todo para los que están intentando salvarse y huir de la guerra". Por ello, espera que sus habilidades como nadador profesional le sirvan para hacer las cosas lo mejor posible y garantizar la supervivencia del máximo número de personas: "Son seres humanos, valen lo mismo que yo y necesitan ayuda".

La preparación psicológica, la más importante

"El tiempo dirá", responde Blasco al ser preguntado sobre si volverá o no a competir en el deporte profesional. Sabe que es posible que no se clasifique para el campeonato europeo y que, a la vuelta, tardará en recuperar su forma física actual, pero lo más importante ahora es la salud mental. "Quiero centrarme, sobre todo, en la preparación psicológica para este evento que va a ser muy importante. Lo es todo. Se están jugando la vida, así que vamos a intentar hacer un buen papel y recuperar a todos los que podamos".

A su vuelta del Mediterráneo, ya prevé hacer un balance de las lesiones que se haya podido provocar, así como de las secuelas psicológicas que le hayan podido quedar tras esta aventura vital para evaluar si puede volver o no a las piscinas de manera profesional: "Lo que tengo claro es que siempre intentaré estar a favor y apoyar esta causa, pero primero tengo que ir y dirimir si puedo afrontar varios retos de este estilo al año o tengo que gestionar mejor las fuerzas", explica Blasco, que, sin irse, ya se imagina volviendo a la alta mar en busca de su mayor medalla: las vidas humanas.